Oscenses y visitantes de blanco y verde

Amanecía en Huesca de blanco y verde y con aroma a albahaca. Trasiego en las calles y en los bares donde ya estaba todo preparado para los tradicionales almuerzos del 9 de agosto, antes de acudir a la plaza de la Catedral. Los nervios a flor de piel de aquellos que asistían por primera vez al disparo del cohete anunciador, pero también de los que no se pierden uno de los momentos más emocionantes de las fiestas de San Lorenzo. Y de todas las edades.   Y tras el disparo, alegría desbordada para dar rienda suelta a siete días de animación y diversión en las calles de Huesca. Pasacalles, charangas, actuaciones musicales, toros, actividades infantiles y, así, hasta 300 actos diferentes que se desarrollarán hasta el 15 de agosto en los diferentes escenarios habilitados para ello.  Y que no falte el blanco y verde, emblema de las fiestas laurentinas, ni el buen humor y la alegría de compartir unos días de asueto y de reencuentro con la familia y los amigos, pero también de aquellos que, por primera vez, han querido sumarse a estos festejos, declarados Fiesta de Interés Turístico Nacional.