La crisis en Cataluña preocupa a la provincia de Huesca
Ambas comunidades autónomas son las principales clientas y proveedoras mutuamente
Este lunes se cumple una semana desde que se conociera la sentencia del Tribunal Supremo que condena a distintas penas de prisión a varios políticos catalanes por sedición y por malversación de fondos públicos. Desde entonces las concentraciones y manifestaciones no han cesado en las principales provincias y ciudades catalanas, con el uso de la violencia por parte de diversos colectivos.
Desde la provincia de Huesca esta crisis social se vive con una gran preocupación por la relación de hermandad existente y porque puede afectar a todos los consumidores, aunque no haya todavía datos firmes que reflejen esta circunstancia, tal y como señala Trinidad Valdovinos, presidenta de la Federación de Asociaciones de Consumo en la provincia de Huesca.
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“De momento no hay que alarmarse”, apunta Salvador Cored, director General de CEOS- Cepyme Huesca, pero Aragón es el principal cliente y proveedor de Cataluña y viceversa. Una crisis social como la que se ha vivido durante la última semana podría poner en peligro estas relaciones comerciales y empresariales tan intensas.
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El caso de Huesca es especialmente significativo porque una parte de su territorio colinda con la comunidad vecina y los lazos son muy estrechos. Es una relación con una gran carga social, además de económica.
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Esta situación en Cataluña hay que estudiarla desde el punto de vista histórico situándolo en un contexto que explique cómo se ha llegado hasta aquí. El historiador oscense Carlos Garcés opina que este es el resultado de muchas décadas de tergiversación de la historia; por eso cree que lo que está ocurriendo debe ser una lección sobre la importancia de estudiar y enseñar la historia desde un punto de vista crítico y riguroso.
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