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Un millón de euros para controlar la contaminación por lindano

Para depuración de aguas de escorrentía contaminadas, control diario del río Gállego o seguimiento del entorno

El Consejo de Ministros, a propuesta del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO), ha aprobado la concesión de un millón de euros en ayudas a la Comunidad Autónoma de Aragón para los trabajos de control y vigilancia de la contaminación de suelos derivada de la antigua producción de lindano en Sabinánigo. Están destinadas a financiar, fundamentalmente, las tareas de depuración de las aguas de escorrentía y lixiviados contaminados en los emplazamientos de Bailín y Sardas, previa a su incorporación al cauce del río Gállego. De esta forma, se garantiza la calidad del agua del río y se protege la salud humana y del medio ambiente.

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También se llevarán a cabo labores de vigilancia ambiental en el río Gállego y el entorno de Sabiñánigo mediante el seguimiento de la contaminación por lindano y otros residuos derivados en Bailín, Sardas e Inquinosa, de manera que se garantice la protección de la población y el medio ambiente. Esta actuación incluye el control diario de la calidad del agua del río, el seguimiento ecológico anual del cauce, así como el control periódico de la calidad del aire, las aguas subterráneas y los suelos del entorno.

De esta forma, el MITECO sigue colaborando con el Gobierno aragonés en los trabajos de descontaminación realizados durante los últimos 20 años que han permitido, entre otros, determinar el alcance y extensión de los terrenos afectados, implantar un sistema de vigilancia de la contaminación y la puesta en marcha de obras para mitigar los riesgos que esta sustancia puede acarrear para la salud de las personas y el desarrollo económico en la zona.

Más actuaciones para atajar la contaminación por lindano

Estos trabajos se suman a otros muchos que se desarrollan en paralelo para luchar contra el lindano en Aragón. Tanto es así que las numerosas investigaciones científicas implementadas estos últimos años, han convertido a Aragón en foco de conocimiento al respecto.

Hasta la fecha se ha llevado a cabo la limpieza de las instalaciones donde se fabricó este producto químico (Inquinosa), y se está realizando la gestión de los residuos que se encontraban en el interior. Queda todavía pendiente el desmantelamiento de la fábrica donde se produjeron estos contaminantes.

Se está trabajando intensamente en la descontaminación de los suelos y aguas de los vertederos de Sardas y Bailín, y en asegurar que los miles de toneladas que quedan acumulados en estos vertederos quedan en situación de seguridad, hasta que sea posible su eliminación.

“El lindano es el mayor problema medioambiental que tiene Aragón”, explica el director general, de Cambio Climático y Educación Ambiental, Carlos Gamarra, quien asegura que “hemos aumentado considerablemente el sistema de control para asegurar que la contaminación no salga de donde se encuentra, pero faltan muchos millones de euros para acabar con el problema. El nivel técnico y la implicación política del Gobierno de Aragón en investigación, transparencia e inversiones es el mayor de Europa, por eso nos están observando y somos ejemplo a seguir, lo cual nos impulsa a no dejar de trabajar para conseguir la financiación necesaria para la descontaminación final”.

Veinte años de Inquinosa que dejan 550.000 m3 de residuos
Entre 1975 y 1994 la factoría de Inquinosa fabricó diferentes formulaciones comerciales de lindano, una sustancia prohibida desde 2008 en la Unión Europea y clasificada actualmente como sustancia peligrosa prioritaria en la Directiva Marco del Agua. Esta empresa producía una gran cantidad de residuos sólidos y líquidos contaminados que eran gestionados a través de su depósito en los vertederos de Bailín y Sardas, en el municipio de Sabiñánigo.

Se estima que la cantidad de residuos contaminados por lindano depositados en ambos vertederos y en las antiguas instalaciones de producción asciende a 550.000 metros cúbicos y que la superficie de suelos contaminados es de alrededor de 10 hectáreas, con profundidades y niveles de afección diferentes.

Además, y dada la composición de esta sustancia, una parte de los residuos percoló a la base de los vertederos, impregnando las formaciones geológicas y contaminando las aguas subterráneas circulantes en contacto con el río Gállego. Esto ha obligado a desplegar un sistema de contención activo basado en el bombeo y tratamiento de las aguas subterráneas contaminadas, así como a un exhaustivo control analítico de las aguas tratadas.

 
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