Una tienda en Frula, un salvavidas para los mayores
En los Monegros como en otras comarcas, las pequeñas tiendas, son imprescindibles en este estado de alarma

En una provincia eminentemente rural, los pueblos más pequeños ante la pandemia siguen desarrollando lo que llevan haciendo toda la vida, es decir, establecer una corriente afectiva y solidaria entre los vecinos. Mientras unos desinfectan las calles, otros se encargan de visitar a los mayores y en el caso de contar con un pequeño comercio, abrir las puertas con horario más amplio y acercar la compra. Frula, en los Monegros es una de las localidades donde Eva se encarga de la tienda y de mucho más.
Eva Lozano encargada de la tienda en Frula
EVA 1 FRULA 28
En otras localidades como Hoz y Costeán en el Somontano, si no se pueden abrir las tiendas se ocupan de recoger las necesidades de los vecinos y proveerles dejando la carga en la puerta. Pero esta es una dinámica que se repite en toda la provincia donde la población , en los pueblos más pequeños, está más envejecida.
Como recuerda Eva, cuando se cierra la puerta del comercio, hay que dedicarse a ordenar y programar la jornada próxima y a preparar los encargos de las personas más vulnerables para las que salir de casa es imposible o toda una odisea.
Para el mundo rural esto no es lo excepcional, es lo habitual donde todos se conocen y la ayuda es constante. Un ejemplo a seguir en tiempos de alarma como los que estamos viviendo.