Clásicos en la Frontera se despide en Obarra y Benabarre

El Festival de la Ribagorza afronta este fin de semana la recta final de su 24ª edición que comenzó el 17 de julio en el claustro de la Basílica de la Peña de Graus con el concierto de la agrupación de trombones ‘Nineties’. Los escenarios, en esta ocasión serán, el sábado, el monasterio de Obarra y el domingo, la iglesia parroquial de Benabarre, y la agrupación, que actuará en uno y otro lugar será Atlántida Chamber Orchestra. En ambos casos las entradas están ya agotadas.

Los solistas de la orquesta actuarán el sábado, a partir de las 20 horas, en el monasterio de Obarra, en un concierto en el ofrecerán un programa titulado ‘Colección de joyas musicales 1’ con obras, entre otros de Mozart, Vivaldi o Pachebel.

La clausura del Festival de la Ribagorza será el domingo en la iglesia parroquial de Benabarre donde la Atlántida Chamber Orchestra, ya al completo, interpretará ‘Colección de joyas musicales 2’ con obras de Beach y Cimarosa, en la primera parte, y Barber y Dvorak, en la segunda.

El XXIV Festival de la Ribagorza se despide tras 18 conciertos, incluidos los del Ciclo de órgano de Torreciudady los dos que ofreció Ensemble Musicantes en La Puebla de Fantova, con un excelente balance por la respuesta que, una edición más, ha habido por parte del público que ha agotado las entradas en muchos de los casos y eso a pesar que, este año, debido a la pandemia, era necesario hacer reserva previa.

Clásicos en la Frontera ha mantenido su vertiente solidaria y a la entrada de todos los escenarios se ha colocado la arqueta donde el público ha podido depositar sus donativos. El 50% de lo recaudado se destinará a sufragar gastos del festival y el otro 50% a Cáritas.

La dirección del festival mira ya al 2022 cuando, esta cita con la música y el patrimonio, cumplirá un cuarto de siglo, con el deseo de poder hacer una celebración especial y ya sin restricciones para poder acoger a todos los que quieran participar.

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