Buena cosecha pero, de nuevo, perdiendo poder adquisitivo por los malos precios

El mundo del campo afronta el mes de agosto con el trabajo de la cosecha prácticamente finalizado. La lluviosa primavera que ha tenido la provincia de Huesca se refleja en diferencias en los resultados, dependiendo de zonas y comarcas. Otra cuestión serán los precios que se acaben pagando, y que de nuevo no dejan contentos a los agricultores. Generalizando se puede decir que la cosecha ha sido buena. Si se pormenoriza, se indica que ha sido buena en el sur de la provincia, normal en el centro y menos buena en el norte, donde aunque el trigo ha ido bien, hay una disminución importante en cuanto a las toneladas de cebada recogidas.

Las cosas han ido bien en la alfalfa, donde se llegarán a realizar hasta 6 cortes por hectárea, y también en el maíz o los girasoles. La mala situación, un año más se repite en el sector de la fruta, donde la recogida sigue viéndose afectada en lo político por el veto ruso, a lo que en esta ocasión se une el castigo que han supuesto varias tormentas de pedrisco el pasado mes de julio.

Y en este mes de agosto, la ola de calor también afecta negativamente al sector del campo, donde hay que modificar los riegos en los campos, y también hay que estar muy atentos a las plagas para actuar con rapidez, sobre todo en el cultivo de la alfalfa.

Al mundo de la agricultura, de nuevo le preocupan los precios que se están pagando y que como suele ser habitual, no se adaptan a la realidad de los costes de producción. El presidente de Asaja Huesca, José Fernando Luna, recuerda que se están pagando precios bajos, casi como los de hace 30 años. Considera que ha sido un buen año agrícola, pero perdiendo poder adquisitivo, puesto que los precios no se adaptan a la realidad de los costes de producción.