"Hay familias que se han ido ya y gente que ha vuelto a vivir con sus padres porque ya no aguantan"

Palos de esquí, cencerros, bocinas, cazuelas… Hasta una motosierra ha sonado en la plaza Cervantes de Huesca, donde decenas de manifestantes han protestado por la crisis que está pasando el Pirineo a causa de las restricciones, y que no tiene parangón. Ataviados con sus trajes de esquiar, reivindican, una vez más, que se encuentran en una situación límite y que "las ganancias de dos meses de trabajo no dan para cubrir las de doce", explicaba Ainhoa Lozano, portavoz del movimiento Sos Pirineo Valle de Benasque.

Como ella, muchos de los manifestantes son dueños de restaurantes, de hoteles, monitores de esquí, trabajadores de estaciones que no han abierto… También se encuentran en una situación límite, con sus empleados en ERTE, sus ahorros fundidos y "teniendo que endeudarse con más créditos, y sin una hoja de ruta clara". Es lo que contaban algunos, como Jorge Mayoral o Antonio del Valle: "Hay gente que se ha tenido que ir a vivir con sus padres porque ya no pueden pagar el alquiler", contaba Antonio.

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Además del movimiento Sos Pirineo Valle de Benasque, el convocate del encuentro, y diferentes movimientos de otros valles de la zona, hasta la capital se han acercado algunos alcaldes del territorio El de Panticosa, Jesús María Uriz, es uno de los que se ha unido al plan Remonta. Reconoce que ponerlo en marcha ha sido "caótico" por la rapidez con la que se ha tenido que hacer.

Desde Sallent de Gállego, el alcalde, Jesús Gericó, también ha respaldado esta protesta. Pide que se dejen a un lado las ideologías y que el ejecutivo aragonés empatice con esta población, que "de verdad, está sufriendo".