Casi 1.700 autónomos menos en los últimos diez años

La Junta Directiva de la Asociación Intersectorial de Autónomos de Huesca, CEAT Huesca, analizaba en su reunión los temas que más preocupan al colectivo en la actualidad. La ficticia recuperación económica, la evolución del sector, con autónomos que siguen desapareciendo en industria, comercio o construcción, el descenso de los españoles y el incremento de los extranjeros, y la necesidad de abordar la reforma laboral, así como de constituir un gobierno estable fueron cuestiones abordadas en el encuentro.

De entre los datos estudiados, cabe destacar que el número de autónomos sigue descendiendo. En la actualidad, en la provincia hay 22.182, y se han perdido 136 desde mayo de 2018. De ellos, 3.582 cotizan por el Sistema Especial para Autónomos Agrarios, 3.377 pertenecen al sector del comercio, 2616 al de construcción, 2.291 son de hostelería y 1.903 de industria. El resto con de servicios, fundamentalmente. El mayor descenso se ha producido en industria, seguido de comercio y construcción, mientras que ha aumentado en hostelería.

Del total de autónomos en la provincia, 20.999 son españoles y 1.183 extranjeros. Se ha producido un descenso interanual del -1,12% en la cifra de autónomos españoles, y un aumento del 9,43% de autónomos extranjeros. En los últimos diez años, el número de autónomos nacionales ha descendido en 2.088, mientras que el de extranjeros ha aumentado en 397. Además, aproximadamente la tercera parte del total de autónomos son mujeres. El mayor número, en ambos sexos, se da en la franja de edad de los 50-54 años, seguida de los que tienen una edad comprendida entre 45 y 49.

La evolución de los últimos diez años se sitúa en cifras negativas, con un saldo de 1.691 autónomos menos que en diciembre de 2009.

Avelina Bellostas, presidenta de CEAT Huesca ha mostrado su preocupación por la continua disminución en el número de autónomos , e insiste en la urgente necesidad de abordar las reformas pendientes e impulsar políticas que reactiven la competitividad de las pymes, en especial de los autónomos, disminuyendo la burocracia administrativa innecesaria, adaptando la legislación laboral y fiscal a las necesidades de este colectivo mediante el diálogo social con las organizaciones más representativas, atacando la economía sumergida, reduciendo el coste de la energía, facilitando la digitalización en especial en las zonas rurales, donde además será preciso mantener un buen nivel de servicios básicos, especialmente en cabeceras de comarca, para evitar mayor despoblación, etc.

Desde el sector de los autónomos también se considera necesario que el nuevo gobierno de España se constituya cuanto antes por la necesaria estabilidad institucional, imprescindible para el normal desarrollo socioeconómico. Será preciso, aseguran, abordar reformas importantes en este ámbito, como la del Estatuto de los Trabajadores o la del sistema de pensiones o el control del déficit público, entre otros importantes asuntos. Y ante las propuestas para incrementar el SMI hasta 1.200 euros mensuales, aseguran que esto sería letal, especialmente para las personas más desfavorecidas, por lo que consideran preciso reactivar y dar valor al diálogo social.

Finalmente, rechazan las recientes manifestaciones de GESTHA, sindicato de técnicos del ministerio de Hacienda, respecto al supuesto nivel de defraudación fiscal entre el colectivo de autónomos. Consideran que hay un gran desconocimiento de la situación de los autónomos, del día a día, del gran esfuerzo que supone mantener abiertos sus establecimientos con ganancias muy reducidas, dándose la circunstancia que para sobrevivir es preciso incluso remunerar de mejor manera a sus empleados que a ellos mismos, pues de lo contrario se verían obligados a cerrar.