El público del Festival SoNna Huesca vibra con la voz de Carmen París en el Museo de Escultura al aire libre de Hecho

Carmen París, un piano, un timbal, obras escultóricas de reconocidos maestros, un jardín y un público entusiasmado por presenciar una actuación que pocos hubieran podido imaginar en un verano como este. Es la fotografía en plano general de la actuación de la aragonesa este domingo en la localidad de Hecho, en el marco del Festival ‘Sonidos en la Naturaleza’ SoNna Huesca que impulsa la Diputación Provincial de Huesca. Esta propuesta cultural también ha contado durante este fin de semana con otros conciertos: Mosicaires embelesó el sábado a su público en el ibón de Asnos (Panticosa) y el viernes, en la pradera frente a la ermita de Santa Elena (Biescas), Urpi Barco hizo a los asistentes mover inevitablemente sus cuerpos al son de ritmos de costas latinoamericanas.

Este fin de semana se cumplían las cinco primeras actuaciones desde el inicio de SoNna Huesca, el pasado 25 de julio. Quedan todavía por delante 26 conciertos que se van a desarrollar hasta el próximo 20 de septiembre en lugares singulares de las diez comarcas altoaragonesas. El mes de agosto es el más intenso, ya que la actividad gana fuerza con conciertos también entre semana. Hay propuestas para todos los gustos, aunque todas ellas tienen un denominador común: espectáculos de pequeño formato, en acústico, en solitario, dúos, tríos o cuartetos. De este modo, el Festival huye de una afluencia masiva y se concentra en aforos muy reducidos que permiten controlar las medidas preventivas recomendadas por las autoridades sanitarias con motivo de la crisis sanitaria del coronavirus. La diputada de Cultura Maribel de Pablo explica que ese es el motivo de que “se precise presentar invitación para acceder a estos conciertos gratuitos; permite a la organización asignar los asientos que pueden ocupar los espectadores”. Añade que “el respeto del público a estas circunstancias especiales es digno de elogio, tal y como se pone de manifiesto en cada actuación”.

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Carmen París atrapaba sin concesiones a los 125 asistentes (el aforo máximo determinado para la ocasión) en Hecho este domingo, con su voz arrolladora e inconfundible sobresaliendo sobre una fusión musical muy medida y una potente base de piano que completa una experiencia cautivadora. No en vano, en la actualidad es una de las máximas exponentes de la jota aragonesa y acostumbra a guardar una buena colección de ases bajo la manga. Capaz como pocos de acompasar el folclore de la tierra con el jazz y con melodías de África y de América, su actuación en el Festival SoNna Huesca ha deslumbrado a los asistentes, ávidos de revivir la música en directo. Si las obras escultóricas del lugar hablaran es muy posible que alabaran el gusto de esta mujer que ostenta el Premio Nacional de Músicas Actuales 2014. Ella misma ha calificado este concierto como “una experiencia diferente, por la luz del día y el entorno natural; un marco incomparable”, aunque no termina de acostumbrarse a que “los espectadores estén tapados por las mascarillas porque no se produce la misma conexión”.

Ella ha sido el culmen a un fin de semana que ha tenido otros dos alicientes en el Festival SoNna Huesca. Otro grupo aragonés, Mosicaires no se quedaba ni corto ni perezoso en su primer concierto después del confinamiento. Tenían muchas ganas y lo demostraron con creces el pasado sábado en el majestuoso ibón de Asnos y Sabocos, en Panticosa. Sus componentes narraban un cuento sobre las relaciones de la música peninsular a lo largo de la historia. Este detalle tiene una gran importancia, ya que su espectáculo, titulado ‘El secreto de Iberia Impura’, es una obra que transmite la importancia de conocer la rica historia musical que todos tenemos en común y que nos ayuda a explicarnos, en cierta medida, cómo somos en la actualidad. De ahí que en su repertorio, Mosicaires cantara canciones en aragonés, en catalán, en castellano y en portugués; las historias de los ciudadanos de la península se conectan entre sí de forma constante y el enriquecimiento cultural resultante, como demostró este grupo, es prácticamente inabarcable.

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El centenar de asistentes de aforo máximo supo apreciar el espectáculo, enmarcado en un lugar tan carismático como es uno de los ibones del Pirineo aragonés. Ese día fue, por tanto, para mirarnos a nosotros mismos a través de los siglos y reescribir nuestra historia cultural. El pasado viernes, el objetivo fue opuesto. La colombiana Urpi Barco hizo gala en la pradera de la ermita de Santa Elena de una capacidad fuera de serie para mezclar estilos de tierras lejanas con un uso sorprendente de su voz, tras años de experimentación sonora hasta alcanzar una cota diferencial. Se sirve de la cumbia, el currulao o la chalupa, y los sonidos propios del mangle, para canalizar una creatividad aplaudida allá adonde ha ido en los últimos quince años de su trayectoria.

La próxima actuación marcada en rojo en el calendario del Festival SoNna Huesca es el concierto de la Orquestina del Fabirol el próximo jueves 6 de agosto a las 12:00 en Santa María de Iguácel, en Castiello de Jaca (Jaca), con un aforo máximo de 150 asistentes. Será el comienzo de un fin de semana con otros conciertos destacados como el de El Mantel de Noa el próximo viernes a las 12:00 horas en San Juan de Busa, Oliván (Biescas); el de Tori Sparks & Calamento el sábado, día 8, en las Bordas de Viadós (Gistaín) a las 12:00 horas y, como conclusión de la semana, el próximo domingo, día 9, será el turno de los jóvenes Rosin de Palo en Muro de Roda, en La Fueva, a las 12:00 horas. Esta última actuación es una de las seleccionadas por la DPH para retransmitirse por streaming a través del canal de Youtube de la institución provincial.