Oliván cree que el alcalde ha aprendido por fin que la peatonalización es progreso

El grupo popular en el Ayuntamiento de Huesca ha mostrado su satisfacción al conocer que el tripartito estudia la peatonalización de la plaza de Lizana, el último tramo del Coso Alto hasta calle Amistad, y Manuel Bescós. Los populares, no obstante, atribuyen la decisión al "lento aprendizaje del alcalde". El portavoz del PP, Gerardo Oliván, considera que a fuerza de cometer errores, Luis Felipe ha entrado en razón, y que por fin entiende que la peatonalización del centro es progreso, mejora la calidad de vida e impulsa un nuevo modelo de ciudad.

Las declaraciones de la concejal de Movilidad, la socialista Teresa Sas, que admitía que el tripartito está considerando ese proyecto, suponen para el portavoz del PP un reconocimiento implícito de que el PSOE, que abanderó la lucha contra la peatonalización, estaba equivocado. Los populares han manifestado su apoyo y adelantan que facilitarán la peatonalización de Lizana "sobre la base de la experiencia".

Oliván corrige además las afirmaciones de la concejal de Urbanismo, María Rodrigo, que días atrás cuantificó en 11 millones de euros la peatonalización de los cosos. Las obras emprendidas por el gobierno encabezado por Ana Alós supusieron una inversión de 2,4 millones, lo que consideran un ejemplo de buena gestión que el tripartito quiere enterrar ahora mediante la táctica de la posverdad.

Gerardo Oliván señala además que solo la primera fase de las obras en Ramón y Cajal, valorada en 2,8 millones, ya supera en 400.000 euros la actuación que se llevó a cabo en los cosos.

Precisamente, el portavoz popular sostiene que las obras proyectadas en Ramón y Cajal, que figuraban en el programa electoral del PP, cuentan también con el apoyo de los ‘populares’. El portavoz, no obstante, recuerda que su grupo siempre ha defendido el paso previo de completar la peatonalización hasta la plaza de Santo Domingo. Pese a todo, apunta Oliván, se siguen cometiendo errores del pasado, como llevar el carril bici de Ramón y Cajal por la acera, sin segregación alguna, lo que va a incidir en un mayor conflicto entre los ciclistas y los peatones.