El Supremo anula el embalse de Biscarrués al no justificar "su interés público superior"

Nuevo, y quizá definitivo, varapalo judicial para el proyecto del embalse de Biscarrués, en el río Gállego. El Tribunal Supremo acaba de rechazar el recurso presentado por la Comunidad General de Riegos del Alto Aragón, confirmando la sentencia de la Audiencia Nacional del 2017 que anuló el anteproyecto y la declaración de impacto ambiental por una infracción a la Directiva 2000/60CE, conocida como Directiva Europea del Agua. 

Desde la Coordinadora Biscarrués-Mallos de Riglos, que llevaban esperando la respuesta del Supremo desde el pasado febrero, han recibido la noticia con emoción y "muy felices", según comentaba su portavoz, Lola Giménez. "Toda la zona nos está llamando, llorando de alegría porque después de 34 años de lucha, de rabia, de injusticia, de sentir esa indignación porque no te reconozcan un territorio, que solo valdría para ser inundado, pues ver que el Supremo pone firme esa sentencia de la Audiencia Nacional", añadía Giménez. Para este sitio, dice La portavoz argumenta, a su vez, que, "no dan por cerrado" ellos el conflicto, sino que ha sido "el Supremo el que lo ha hecho".

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Por su parte, desde algunos sindicatos como Uaga, su portavoz, José María Alcubierre, dice que esta respuesta no les ha pillado por sorpresa y que lo que están reivindicando ahora es que se aceleren las obras del embalse de Almudévar, que en estos momentos llevan el 30% de su prepuesto ejecutado y están previstas de finalizar en 2021. Consideran desde el sindicato que ahora mismo es la prioridad, y añaden que hay que seguir apostando por el regadío y porque el agua llegue a las zonas que llevan más de cien años esperándola.

Desde Asaja Huesca, su presidente, José Fernando Luna, valora la sentencia como una ratificación de "un secreto a voces" que ya se sabía y proponen estudiar la redacción y presentación de un nuevo proyecto para la construcción del embalse.

Antes de que surgiera la crisis sanitaria por el coronavirus, el Gobierno de Aragón estaba pendiente de esta sentencia para convocar la Mesa de Diálogo del Agua, una de cuyas misiones era revisar esta obra, de escasa capacidad (35 hectómetros cúbicos), pero muy controvertida, y a la que este fallo ha podido dar la puntilla. La regulación del Gállego lleva mucho tiempo atascada en los tribunales, tras 40 años de estudios y cinco alternativas distintas.

La clave judicial estaba en valorar si había un "interés público superior" para justificarla, ya que implicaba levantar una presa en el río y alterar una masa de agua. La Audiencia Nacional rechazó las alegaciones del Abogado del Estado y de los opositores y solo admitió a trámite los recursos de Riegos del Alto Aragón.