La cereza, el dulce orgullo de Bolea

Un día al año los vecinos de Bolea ponen la alfombra roja y sobre ella exhiben y venden sus cerezas, con marca propia y reconocimiento en toda España, y productos como la mermelada. Son miles los visitantes que acuden a esta localidad de la comarca de la Hoya de Huesca para disfrutar del dulzor especial de esta fruta, su genuino color rojo o granate y con la calidad de unas variedades que son orgullo que la localidad, prácticamente al mismo nivel que su imponente colegiata. Este domingo la respuesta era aún más masiva que los años anteriores; nadie quiso perderse un sabor tan especial y una fruta que tanto significa para los productores de la localidad. Es el caso de Eva Cabrero que se instaló en la Sotonera y ahora vive de esta delicia.

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Y es que precisamente es uno de los principales retos que mantiene el Ayuntamiento de la Sotonera, desde este sábado presidido por Maribel Bailo que sustituye como alcaldesa a Pedro Bergua. El objetivo lo tiene muy claro. Luchar contra la despoblación que amenaza a los pequeños municipios. En el caso de la Sotonera, propone en su programa modificaciones de la licencia de obras para menores de 35 años y también estudiará medidas para bonificaciones en el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) con el objetivo de que los jóvenes se empadronen en el municipio y aseguren por tanto que continúen servicios tan importantes como la escuela, o la farmacia.

BAILO 1 CERE 16

En el caso de la cereza se trata de mucho más que un producto de reconocido prestigio. Esta localidad de la Hoya de Huesca tiene mucho más que tradición, pues la recolección de la cereza es un momento especial y que se vive casi con devoción. Y cuando llega el momento de su puesta de largo, en la Feria de la Cereza, es la hora de exhibir una de las joyas que dan las tierras de esa zona. Cada año la producción ronda entre los 80.000 y 100.000 kilos de cereza, lo cual tiene una gran importancia para el sector agrícola de la localidad.

Este año, la inestabilidad del tiempo afectó a la recolección temprana, con viento y lluvia y temperaturas bajas que no le van nada bien al fruto. Sin embargo, las últimas semanas sí que ha lucido el sol con más regularidad y eso ha hecho que la fruta tenga las condiciones que necesita para crecer con la calidad que le caracteriza.

Hay que recordar que la cereza de Bolea tiene su propia marca distintiva. En 2013 los principales productores de cereza de Bolea se unieron en una agrupación con el fin de defender mejor sus intereses y de ofrecer al consumidor un producto de calidad y con la garantía de que su lugar de procedencia es esa localidad.