La iglesia de Santa Teresa cierra definitivamente sus puertas el día de su festividad
Los cuatro frailes Carmelitas Descalzos dejarán la ciudad rumbo a Burgos, Zaragoza y Madrid<br>
La comunidad de Carmelitas Descalzos de Huesca pone fin este martes, 15 de octubre, a su estancia en la capital oscense, 19 años después de que se reabriera la iglesia, ubicada en la plaza de Navarra. Tras la celebración presidida por el Obispo Julián Ruiz, que tendrá lugar a las 7 de la tarde y con la terminará el triduo de despedida que se ha llevado a cabo, el templo se cerrará definitivamente al culto.
El motivo del cierre, según el padre Manuel Martín de la Sierra, superior de la comunidad, no es otro que la falta de vocaciones. No hay religiosos y los que quedan son ya mayores y no pueden atender las casas adecuadamente. Este año, en lo que denominan la "provincia ibérica" (que es España excepto Navarra y País Vasco) han cerrado dos conventos, en Burriana (Castellón) y en Badajoz, y en los próximos años está previsto cerrar tres más.
Con esta marcha, los Carmelitas Descalzos ponen fin a su presencia en Huesca por segunda vez. La primera vez estuvieron entre 1627 y 1835, cuando debieron marchar debido a la exclaustración y desamortización de Mendizábal. Volvieron a Huesca en el año 2000 y la falta de vocaciones les lleva a cerrar de nuevo sus puertas.
El padre Manuel asegura que se han sentido muy queridos en Huesca. Aquí, además de mantener el culto en la iglesia, que es propiedad de las monjas Carmelitas Descalzas, han hecho confesiones, han salido a dar ejercicios espirituales, han hecho retiros, y han ayudado a la Diócesis llevando la asistencia de hasta doce pueblos. Ello, además de acoger en las fechas de las Navidades y la Semana Santa las exposiciones de dioramas organizadas por la Asociación Belenista Oscense.
El cierre se produce el día 15 de octubre, festividad de Santa Teresa de Jesús, titular de la iglesia, y se viene a sumar a la despedida de los jesuitas de la iglesia de la Compañía, en junio, y también de las monjas de la comunidad de Santa Ana de la Residencia de Nuestra Señora de la Merced, casa Amparo, el pasado septiembre. Ya se había anunciado hace tiempo, pero no se esperaba que al final fuera a coincidir en el mismo año la marcha de las tres comunidades a la vez.