La sede del Ayuntamiento de Huesca, declarada Bien de Interés Cultural
Se considera que esta figura de protección es la que mejor se adapta a los valores como ejemplo de arquitectura civil aragonesa renacentista
El Consejo de Gobierno del Ejecutivo aragonés ha aprobado la declaración como Bien de Interés Cultural de la sede del Ayuntamiento de Huesca. Se incluyen en esta declaración una serie de bienes muebles y las medidas de tutela y delimitación del bien, así como su entorno de protección.
Se considera que esta figura de protección "es la que mejor se adapta a los valores de la sede del Ayuntamiento de Huesca como ejemplo de arquitectura civil aragonesa renacentista, que ha sufrido diversas reformas pero que conserva elementos muy singulares como dos alfarjes, el patio y escalera renacentistas, o el espacio barroco correspondiente al Colegio de Santiago".
Asimismo, la Ley de Patrimonio Cultural Aragonés señala, en su artículo 15, respecto de los Bienes Inmuebles de Interés Cultural, que su declaración comprenderá cuantos elementos puedan considerarse consustanciales a la construcción.
Protección para los bienes muebles
La declaración de Bien de Interés Cultural del inmueble incluye también algunos bienes muebles seleccionados por su valor patrimonial y, especialmente, por su relación con la actividad del edificio consistorial. Se trata de:
• La Tribuna, cadiera o sitial desde el que se impartía justicia, realizada en 1578 por Miguel Altué.
• La campana municipal “Juana Paciencia”, fundida en 1576, que permaneció instalada en la espadaña de la torre entre 1612-2009.
• El arca de insaculación de los Oficios de la ciudad de Huesca, de 1668.
• El armario-archivo consistorial renacentista, de Juan de Berrueta de 1592.
• El planero diseñado para guardar los planos de la ciudad de Huesca encargados desde el Consistorio a Dioniso Casañal en 1891 y la placa de piedra para imprimirlos.
• Las juratorias de plata (1657). Obra de Fermín Garro, con relieve de los evangelios sobre las que se juraban los cargos municipales.
• La mesa de las águilas (1655). Labrada por Cristóbal Pérez. Mueble de madera de estilo renacentista tardío.
Por otra parte, la declaración incluye también una serie de medidas de tutela por las que se establece que, a medida que surja la oportunidad, se practicarán catas, sondeos o prospecciones arqueológicas en el suelo o subsuelo del bien. Asimismo, en el caso de las zonas reformadas (nuevas oficinas, despachos, zonas de paso y acceso o de almacenaje), las actuaciones que se precisen tenderán a documentar y dejar a la vista elementos de interés que hayan podido quedar ocultos en reformas anteriores.