"La vida de Antonio Saura no fue nada fácil"

Doce años guardada en un cajón de la casa de Julián García Hernández, la historia de Antonio Saura dormía esperando a ver la luz para el público en general, porque su autor la había escrito para él. Cuando la Universidad de Barcelona decide publicar la biografía del pintor oscense, se subtitula con  “El muro de la vida” y ¿por qué? porque la vida de Saura no fue precisamente fácil.

El tsunami informativo del jueves y el caudal de noticias logró dejar en un segundo plano la presentación en Huesca del libro de García Hernández “Antonio Saura. El muro de la vida”. Una pena porque junto al autor estaban los arquitectos Ramón Sanabria y Ramón Artigues, arquitectos del propio edificio de la Diputación Provincial de Huesca donde se encuentra la obra de Saura.

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Saura, asegura su autor, no tuvo una vida fácil, de ahí el título de “El muro de la vida”

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“Antonio rompía mucha obra” asegura García y este libro habla básicamente de un hombre muy trabajador. La bibliografía de él es muy extensa por eso las fuentes de las que se ha alimentando tienen que ver con hemerotecas y entrevistas personales.

Los oscenses vamos a descubrir a un hombre normal, dedicado a su trabajo, al que una tuberculosis siendo muy joven le encerró en su casa teniendo que pasar muchos años en cama. Saura aprovechó para leer y descubrir el mundo de la pintura

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El libro llega en el 20 aniversario de la muerte del pintor que nacía en Huesca en 1930 y moría en Cuenca en 1998. El autor se adentra en la biografía de uno de los pintores españoles de vanguardia más notables tanto de la escena nacional como internacional de la segunda mitad del siglo XX.