Los libreros opinan que la venta de libros de texto "no es lo que era", a pesar de estar en la mejor época del año

Se acerca el 10 de septiembre, la fecha en la que los alumnos de primaria y secundaria volverán a reencontrarse con los amigos, los profesores y las instalaciones que les están viendo crecer. Sin embargo, la semana previa a ese momento hay que pasar primero por las librerías, en caso de que no se haya hecho antes. 

Si bien se sabe que los próximos días son ajetreados para los establecimientos suministradores de libros de texto, Jesús Buil, de la empresa Másdelibros, apunta que "cada vez la gente es más previsora  y reserva antes los libros" y añade que, de media, un ejemplar suele costar unos 30 euros, un precio algo elevado para algunos padres que optan por no adquirirlos en las tiendas y buscar otras opciones. 

Jesús Buil, de la librería Másdelibros 

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Dice que las ventas de libros ya no son lo que eran

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"En estos días en las librerías hay más movimiento, tanto de ventas como de gente que pasa a recoger libros o a encargarlos, pero la venta del libro de texto ya no es lo que era. En este momento, todos los colegios tienen un banco de libros, las AMPAS también ayudan mucho con la compra y luego está también la venta que hacen los propios alumnos dentro de cada centro", explica Buil, que calcula que los padres se suelen gastar de media unos 130 o 150 euros en material para sus hijos. 

Noelia, madre de una niña que comienza 3º de primaria este curso, coincide en la cantidad manifestada por Jesús Buil y afirma que al gasto de los libros de texto se suma el desembolso que se debe hacer para apuntar a los niños a las actividades extraescolares en las que "te dejas todo lo que te quieras gastar", además del comedor para los padres que trabajan o que no pueden ir a recoger a sus hijos al mediodía.

Aunque los centros, profesores y distintas organizaciones, como la Unión de Consumidores de Aragón (UCA), recomiendan reutilizar en la medida de lo posible el material de años anteriores, no siempre es fácil, ya que "siempre falta algo y lo tienes que comprar", como indica Noelia, aunque reconoce que intenta ahorrar y que su hija "es el tercer año que lleva la misma mochila".