Máxima concentración en la preparación de los exámenes de septiembre

Se acerca septiembre, el mes en el que todo comienza, y los estudiantes saben lo que eso significa: el periodo de exámenes se encuentra a la vuelta de la esquina. Esto se nota en las bibliotecas universitarias de Huesca que ya reciben gente tres semanas antes de que empiecen las pruebas, aunque todavía no se registren grandes aglomeraciones.

La técnica de biblioteca de Empresa y Gestión Pública, Charo Marina, ha explicado cuáles son los periodos de máxima afluencia de estudiantes a estos espacios. 

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Las semanas más concurridas están por llegar. Las máximas concentraciones de alumnos se aprecian la última semana de agosto y la primera de septiembre. “Cuando abrimos el día 16, que acababan de terminar las fiestas, estábamos dos o tres personas. Cada vez está viniendo más gente y el punto máximo de afluencia será la semana que viene y la primera de septiembre”, asegura la técnica de la biblioteca de la facultad de Empresa y Gestión Pública, Charo Marina.

La sala de estudio de este edificio es la única que no cierra las puertas al mediodía, como el resto de bibliotecas del Campus de Huesca, que se ubican en los edificios de las Facultades de Ciencias de la Educación, Ciencias de la Salud y el Deporte y Escuela Politécnica Superior, y abre ininterrumpidamente desde las 8:15 horas hasta las 22 horas, mientras que las demás solo lo hacen desde las 8:15 hasta la 13:30 horas, de lunes a viernes. El fin de semana el horario se amplía desde las 9 de la mañana hasta la 1 de la madrugada hasta el domingo 9 de septiembre. 

Los universitarios que acuden a estos espacios tienen presente que les toca estudiar después del verano si no han tenido demasiado éxito el curso anterior o si se han dejado alguna asignatura para esta convocatoria.

Les hemos preguntado por sus motivos para venir a estudiar a las bibliotecas y si prefieren acudir solos o acompañados. 

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SALTAR LOS TRES PÁRRAFOS SIGUIENTES

Este es el caso de Carmen, que estudia el último año del grado de Magisterio de Educación Infantil y tiene pensado presentar el Trabajo de Fin de Grado el mes que viene. “Suelo venir a la biblioteca porque me lo tomo más en serio”, afirma esta estudiante que acude a la biblioteca en compañía de su amiga Nerea, estudiante de 4º de Periodismo en la Complutense de Madrid, que cuenta que le gusta más estudiar en casa, pero que viene a la biblioteca “en contadas ocasiones, cuando la concentración es nula”. Ambas prefieren venir acompañadas porque así “nos apoyamos la una a la otra”.

También Tania, matriculada en Ciencias Políticas, y Belén, en Trabajo Social, eligen la opción de venir juntas porque “nos incitamos las dos a estudiar y se hace más ameno todo”. “En casa me distraigo con todo, por eso prefiero venir a la biblioteca”, explica Tania, “y yo en casa no me concentro”, añade Belén. Otros estudiantes creen que lo ideal es venir acompañados, pero no demasiado. “Yo prefiero venir con alguien, pero no con mucha gente, como mucho con uno o dos amigos porque si no, no haces nada”, opina Carlos, que estudia Ingeniería Industrial en Zaragoza.

El aire acondicionado es otra de las razones que esgrimen los alumnos para acudir a estos espacios abiertos a todos los públicos, aunque principalmente utilizados por universitarios o estudiantes del último año de bachillerato. “Aquí hay aire acondicionado que es lo que más se necesita en verano y se está más tranquilo que en casa”, cuenta Miguel, alumno de Biotecnología en la Universidad de Zaragoza, que empezó a venir a las bibliotecas cuando se preparaba la selectividad “porque un amigo me convenció” y desde entonces “he ido siempre para exámenes”.

Cada vez son más los que se apuntan a la tendencia de estudiar en estos lugares que propician la concentración y que intentan estar exentos de distracciones, además de proporcionar un clima apto para conseguir los mejores resultados en los exámenes.