"Qué hace un negro como tú en un sitio como este"

Cuenta Moha que la primera vez que "conoció" el país de sus padres, Gambia, fue pegado al televisor viendo la serie "Raíces" y más adelante  descubrió que su piel era negra y que, de alguna forma, iba a condicionar su vida. En su libro explica que "ser negro y nacer en Huesca o no ser blanco y venir al mundo en España se ven como una contradicción". Este periodista que presidió SOS racismo, acaba de publicar el libro "Qué hace un negro como tú en su sitio como este".

Hace un tiempo se reunió con sus amigos de Huesca, los que iban con él al colegio Sancho Ramírez, porque quería conocer cómo vivieron ellos el tener un amigo negro. En el libro explica que la respuesta fue que todos crecieron siendo conscientes de las diferencias pero "no nos enseñaron cómo tratarlas". Y recuerda la noche en que se metió en la cama llorando porque en Huesca, en un bar, dejaron  entrar a todos sus amigos , excepto a él, porque no pasaban "ni negros ni moros".

Moha reivindica que el hecho de nacer en Huesca y venir de una familia africana no le ha hecho elegir. Explica que" las dos identidades han sido complementarias soy cien por cien de Huesca y cien por cien de Gambia".

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Sí que es cierto que, el periodista, sabía que África estaba en casa y Europa en la calle porque su casa era donde estaban las fiestas, las costumbres, la comida y afuera el resto. Sin embargo no dejaba de ser chocante que cuando, de pequeño, lo llevaron a la cabalgata de reyes en la plaza de Navarra, le sorprendió que el rey Baltasar era un blanco pintado de negro, lo que no le hizo dudar fue cuando le ofrecieron el papel de Papa Nöel en una gala de navidad del colegio.

Moha habla de la discriminación por el color de la piel pero también por la religión la cultura y un sinfín de factores. El esfuerzo es tremendo porque, asegura, "tienes que mostrarte el doble de educado y manifestar el doble de validez para llegar al mismo punto".

Amenazas en las redes sociales, insultos de pequeño cuando jugaba al fútbol, el hecho de que en la facultad de periodismo la policía solo pidiera identificación a él y a su compañero, ambos africanos, o las amenazas de muertes, le hacen reclamar con más fuerza todavía  que hay que seguir buscando la igualdad y la justicia para todo el mundo.