Rechazo unánime a cualquier tipo de violencia contra la mujer
Las principales ciudades altoaragonesas denunciaban este domingo la lacra social de la violencia machista con concentraciones y pancartas de repulsa
El grito deja afónicas a las mujeres y, aún así, lamentan que los cambios son tan lentos como necesarios. La concentración en la ciudad de Huesca este domingo con motivo del Día Internacional Contra la Violencia de la Mujer llenaba de vecinos la plaza Concepción Arenal con muchos mensajes en pancartas, en micro abierto; con canciones y los rostros de las participantes absolutamente solemnes y doloridos, que desprendían desilusión e impotencia porque tratan de luchar contra una realidad que no pueden cambiar por sí mismas.
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Su preocupación no son solo las cifras de muertes por violencia de género porque aseguran que es "solo la punta del iceberg" de un maltrato que sufren día a día miles y miles de mujeres intimidadas, atenazadas y aterrorizadas; todo ello, en muchas ocasiones, de forma silenciosa, pues advierten de que es "muy complicado" recurrir a familiares, autoridades, cuerpos de seguridad o dar el paso y denunciarlo.
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Es por eso que los hombres deben dar el primer pero definitivo paso, porque está en sus manos que las mujeres "dejen de estar sometidas" como "históricamente lo han estado al patricarcado".
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Es lo que indicaban muchas de las participantes concentradas en el centro de la capital oscense este 25N, declaraciones que muestran su indignación y la necesidad de herramientas de cambio que lleguen a todos los niveles de la sociedad, incluyendo a las autoridades políticas y judiciales.
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