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OTAN habla en Jaca de "las nuevas amenazas a las que hay que hacer frente para evitar las crisis internacionales"

Las crisis internacionales y su repercusión sobre el medio ambiente ha sido el argumento sobre el que han girado las conferencias de la jornada de hoy martes 25 de septiembre del IX Curso Internacional de Defensa de Jaca. El director de la División de Asuntos Científicos y Medioambientales de la OTAN, Jean Fournet, se ha referido a las repercusiones medioambientales de los conflictos modernos haciendo especial hincapié en que ?las Fuerzas Armadas están obligadas a preocuparse por el medio ambiente y considerarlo como algo suyo?.

Además del objetivo de intentar reducir el impacto que tienen las actividades militares sobre el medio ambiente, Fournet ha asegurado que los principales desafíos que hoy en día tiene la sociedad moderna están relacionados con la prevención de conflictos que tienen su origen en la escasez de recursos. ?El agua, por ejemplo, es un recurso fundamental y fuente de muchos enfretamientos, por lo que es necesario que en la batalla del agua se haga una gestión común?. También ha señalado que para aumentar la estabilidad regional en zonas conflictivas ?es muy importante que los países vecinos con problemas comunes trabajen juntos?. Otro de los retos está relacionado con la necesidad de ?prepararse para los nuevos riesgos que los conflictos modernos pueden entrañar para el medio ambiente y la sociedad, en general; y para avanzar en este objetivo es muy importante la formación y la información?. Finalmente, se ha referido a un amplio listado de nuevas amenazas a las que hay que hacer frente para evitar crisis internacionales.

Uno de los nuevos riesgos a los que según Jean Fournet nos enfrentarmos en la actualidad es ?la interconexión de las sociedades?. Por ejemplo, se ha referido a la globalización de los intercambios, que ?puede ser buena o mala, dependiendo de cómo se organice; la disparidad de recursos entre países ricos y pobres, que supone un factor de tensión permanente; los grandes movimientos migratorios, que pueden provocar la desestabilización de algunos países y afectar al mismo tiempo a otros, o las rivalidades étnicas y religiosas?. Identificar estos problemas e intentar aportar soluciones a los mismos ?es un objetivo prioritario por la estabilidad que supone?.

Jean Fournet también se ha referido a otras amenazas sobre las que la OTAN también está interesada en aportar soluciones como la gerencia de los materiales nucleares, el lavado de dinero, que ?puede crear tensiones entre países? o los crímenes medioambientales o terroristas. ?Recientemente hemos vivido en Estados Unidos un acto de terrorismo elemental, pero los hay mucho más sutiles y peligrosos como el crimen biológico o el terrorismo electrónico que podrían desorganizar los sistemas de Seguridad o Defensa, transporte aéreo o los sistemas bancarios?.

A juicio de Jean Fournet todos estos desafíos ?nos deben hacer reflexionar sobre la necesidad de que la política internacional, que hasta ahora se basaba en las relaciones entre Estados y la geopolítica, debe situar en un nivel similar los aspectos económicos y financieros, y también los medioambientales y sociales?. En este sentido, ha concluido que en relación a las repercusiones que sobre el medio ambiente pueden tener los conflictos modernos ?es fundamental establecer intercambios entre países para encontrar respuestas eficaces, trabajar hacia un desarrollo sostenible en el tiempo, desarrollar trabajos políticos para establecer acciones preventivas, reforzar las redes de expertos y aumentar la cooperación entre las diversas instituciones de seguridad regionales e internacionales?.

DERECHO INTERNACIONAL Y MEDIO AMBIENTE

El catedrático de Derecho Internacional Público de la Universidad de Valencia, José Juste Ruiz, ha explicado en Jaca la situación en la que se encuentra en la actualidad el derecho internacional de los conflictos armados y la protección del medio ambiente. Sobre la penalización de los daños que las guerras generan en el entorno natural ha asegurado que ?todavía estamos en un proceso de evolución que es incipiente?. ?Hasta ahora la penalización se hacía a través de los tribunales internos de los países territorialmente competentes porque el infractor se encontraba allí, y desde luego existen ejemplos de personas que han sido reprimidas y castigadas por haber cometido delitos durante conflictos armados, no tanto ambientales, pero sí otros?.

En este sentido, aunque José Juste ha destacado que se trata de un trabajo que ?deberá tener un desarrollo futuro, sí que se han establecido diversos tribunales penales internacionales como el Tribunal para la represión de los delitos cometidos en la ex Yugoslavia, en Ruanda, y el futuro Tribunal Penal Internacional, que contempla específicamente la violación de las normas relativas a la protección del medio ambiente. ?Se ha iniciado una etapa en la que las exigencias de la protección del medio ambiente natural son cada vez más sentidas como una necesidad de supervivencia para la humanidad?. El catedrático de Derecho Internacional Público ha destacado finalmente que ?las dificultades que presenta todavía el camino que falta por recorrer no deben hacernos abdicar de una aspiración que puede contribuir poderosamente a la preservación del patrimonio ecológico mundial, único tesoro capaz de garantizar la supervivencia de las generaciones presentes y futuras?.

EXPERIENCIAS INTERNACIONALES

Por otra parte, el teniente coronel Valery Kartashov, de la Agregaduría Militar de la Embajada de la Federación Rusa, ha destacado como un objetivo prioritario de las Fuerzas Armadas la prevención de la contaminación del medio ambiente en todas las actividades que desarrollan, así como los fines de mantener la capacidad del combatiente o conservar los recursos naturales. Seguidamente, se ha centrado en la situación ecológica del mar de Barents, la adaptación de la fauna a la zona y la amenaza de contaminación en zonas críticas por vía acuática o terrestre debido a las diferentes industrias de la zona y los entierros de material radiactivo que se realizan.

Finalmente, el catedrático de la Universidad Autónoma de Barcelona, Juan Luis Piñol, centró su intervención en el empleo que hicieron los iraquíes del petróleo como arma durante la Guerra de Kuwait, hace diez años. La calificó como arma biológica, por tratarse de una materia orgánica, por lo que su empleo estaría prohibido por las leyes internacionales, y por producir daños masivos y permanentes. Posteriormente analizó los efectos de los incendios de pozos y el bombeo de petróleo al mar, actos que calificó de ?ecocidio?, con graves repercusiones regionales.

Durante el turno de preguntas aludió a la dificultad de controlar y castigar este tipo de hecho pues ?el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas cuando quiere es eficiente, pero muy a menudo no desea serlo?.

 
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