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Tráfico intensifica los controles de alcoholemia en el último mes del año

La Dirección General de Tráfico llevará a cabo una campaña especial del 10 al 20 de este mes de intensificación de pruebas de alcoholemia que se acompañará con emisión de cuñas y mensajes en los paneles de información en carretera, con el slogan ?Ahórrate un mal trago. Si bebes no conduzcas?.

Durante el mes de diciembre de 2003, 366 personas fallecieron en accidentes de carretera y más de 1.000 resultaron heridas. En un gran porcentaje de estos accidentes el consumo de alcohol ha podido ser el factor desencadenante.

Diferentes estudios demuestran que el número de muertos en accidentes de circulación a causa del alcohol puede situarse entre el 30 y 50 por ciento del total. Durante 2003 este Instituto realizó un estudio toxicológico-forense de 1.621 conductores muertos en accidente, del que se derivan las siguientes conclusiones: De los 1.531 conductores de turismos y vehículos de dos ruedas fallecidos el 32,7% (501) superaban la tasa de alcoholemia permitida de 0,5 g/l. En cuanto a los conductores de camión y autobús, se analizaron 90 casos y de ellos 14 superaban la tasa de alcohol permitida de 0,3 g/l (15,5%).

Los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil aumentarán los controles sobre dicho factor de riesgo, con el establecimiento de más de 800 puntos de control con el objetivo de realizar 10.000 pruebas diarias de alcoholemia a conductores que circulen por las carreteras, con un total aproximado previsto de al menos 110.000 en dicho periodo. Se ha cursado invitación a los Ayuntamientos con más de 25.000 habitantes para que se sumen a la campaña, con el establecimiento de controles en sus respectivos municipios.

Las pruebas no solo se realizarán en horario nocturno, si no también en horas del medio día, para que los controles resulten también disuasorios de ingestión de bebidas alcohólicas durante las típicas comidas que son propias de este mes. La ingestión de alcohol produce numerosas alteraciones orgánicas y psicológicas que pueden entrañar un grave riesgo durante la conducción de vehículos.

Está demostrada la relación entre consumo de alcohol, incluso a bajas concentraciones etílicas, y la reducción de la capacidad de conducción que se refleja en el deterioro de la atención, de las funciones visual y auditiva, perturbaciones en el campo perceptivo, cansancio, somnolencia o fatiga muscular y los accidentes de circulación.

 
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