La lluvia desluce, pero no impide la Fiesta del Crespillo en Barbastro

Desde primeras horas de la mañana del domingo un total de cincuenta cocineros y numerosos voluntarios han participado en la elaboración de cerca de 10.000 crespillos. Una cita ineludible para todos los barbastrenses que este año ha contado, además, con la presencia de la Asociación de Mujeres de Salas Altas y la Asociación Cultural de Pozán de Vero. Una fiesta pasada por agua que no ha impedido a decenas de vecinos acercarse hasta la Plaza del Mercado para degustar el postre típico del Somontano.

La presidenta del Grupo Tradiciones, Elita Davias, se ha mostrado satisfecha por la participación de la gente que se ha volcado en la elaboración de los crespillos, uniéndose de esta forma a una fiesta tradicional, con historia, donde pesar de las heladas del invierno se ha conseguido reunir un buen número de hojas de borraja, ingrediente principal de este dulce.

El crespillo es un postre típico de Barbastro y el Somontano cuya elaboración difiere de uno a otro cocinero, pero que siempre toma como base las hojas más tiernas de las borrajas. Esta verdura se reboza en una masa elaborada principalmente con huevo, harina, anís y levadura, se fríe y se espolvorea con azúcar o canela. También hay quien le añade el cocimiento de la naranja, e incluso leche.

La tradición dice que las oliveras se quedan preñadas si el día de la Encarnación se elaboran crespillos. Esta tradición forma parte de la historia de los pueblos que se ha ido manteniendo a lo largo de los siglos y que hoy en día continúa vigente gracias a esta fiesta.

Este año, además, se ha contado con la presencia de la Asociación de Mujeres de Salas Altas que repite por segundo año consecutivo. Otro de los colectivos que no ha querido perderse esta fiesta ha sido la Asociación Cultural de Pozán de Vero. Su alcalde, José Mª Mur, destaca la importancia de este tipo de eventos en los que se da cabida a los vecinos de la comarca, con el único propósito de compartir un día agradable.