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La alergia primaveral ataca de nuevo

Con la llegada de la primavera llega también la alergia al pólen. La alergia es una reacción exagerada del organismo en defensa ante una sustancia que percibe como agente nocivo, aunque no lo sea. En los países desarrollados, se estima que un 15% de la población sufre este tipo de alergia primaveral.

Solamente producen alergia aquellas plantas que se polinizan por el aire. En España, los responsables del mayor número de alergias por polinización son los árboles como el roble, el olmo, el plátano o el olivo y, en verano, hierbas como las gramíneas o malezas como el cardo.

La alergia se produce porque el polen es reconocido por el cuerpo de algunas personas, como una sustancia enemiga a la que hay que destruir, al igual que hace con las bacterias o los virus.

Es una enfermedad con una fuerte carga genética. Cerca de un 80% de los hijos de padres polínicos tienen tendencia a padecer esta enfermedad. Suele afectar desde la infancia, reincide cada primavera, y suele remitir a partir de los cuarenta años.

Sus síntomas varían de un paciente a otro aunque, por lo general, se caracterizan por picores e irritación de ojos, nariz, paladar y faringe. Algunas personas padecen síntomas más graves como son, además, cefaleas, irritabilidad, depresión, insomnio, estornudos y lagrimeo. A veces la persona nota dificultad para respirar y un silbido con la respiración.

Cuando estos síntomas aparecen repetidamente cada año con el comienzo de la primavera, lo más probable es que se padezca esta enfermedad. En ese caso se debe acudir al médico para que realice un diagnóstico definitivo mediante una serie de pruebas como el test cutáneo, que consiste en aplicar una serie de sustancias conocidas, que suelen producir alergias. Se inyectan mediante una lanceta a unos pocos milímetros por debajo de la piel. Cada sustancia se inocula por separado para poder observar cuál de ellas es la que produce la reacción alérgica. Tras pasar 15-20 minutos se observa la piel para ver qué zona enrojece.

Existen una serie de consejos útiles para paliar los efectos de esta alergia primaveral, como puede ser mantener las ventanas cerradas por la noche y/o utilizar aire acondicionado con filtros, disminuir las actividades al aire libre durante las 5-10 de la mañana y de 7-10 de la noche, períodos de tiempo en que la cantidad de polen es mayor en la atmósfera, mantener cerradas las ventanillas cuando se viaja en el coche. Instalar filtros en el sistema de aire acondicionado del coche y cambiarlos con frecuencia, permanecer el mayor tiempo posible en casa los días en que la concentración de pólenes es mayor, evitar salir en los días de viento cuando la polinización es alta, elegir una zona libre de pólenes para las vacaciones, no secar la ropa en el exterior en esos días, evitar tumbarse en el césped, o ponerse gafas de sol para salir a la calle.

 
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