Los himalayistas aragoneses se encuentran ya en el campo base del G-II
Comienza una nueva aventura en el Gasherbrum II para los expedicionarios aragoneses, entre ellos, Pauner y Vilalta. La última nota de la expedición al Broad Peak y GII recibida en Airon Club desde el campo base del GII (5.050 metros) dice así: “Así son las montañas, así los montañeros. Las dudas ya se han resuelto. Los
aragoneses están en el Campo Base del GII, están recién llegados.
En la mañana de hoy han trasladado el CB del Broad dejando tras de si un polvo que no volverán a pisar. El Broad les ha proporcionado fuerza y motivación, además de aclimatación, suficiente como para enfrentarse al GII con ímpetu desmesurado.
Las sensaciones son diferentes, José desea acompañar a Carlos hasta donde
pueda, tiene un dedo del pie tocado y eso no es ir al 100%, es consciente
de ello y lo afronta como él sabe. Resignación y buen hacer. Pero este
montisonense, es capaz de alzarse hasta lo alto, tiene unas herramientas
infalibles: tenacidad, constancia y fuerza. En la charla se mostraba
feliz, entre alguna broma que otra comentaba que -hemos pasado de un CB a
otro casi sin tocar suelo- y añadía –Perdonar por haberos guardado esta
encerrona, perdón. Dile a Pili que tengo muchas ganas de abrazarla y que me
perdone, que me perdone.
Pauner se mostraba feliz, optimista con las pilas cargadas, -somos unos guerreros y nos encontramos en una nueva batalla, tenemos nuestras armas afiladas y la confianza de los ganadores.
En estos momentos esta nevando en el CB pero si se confirmara el Parte de
la Meteo, en dos días podrían estar atacando en estilo alpino este nuevo
gigante de ochomil metros.
Varias son las opiniones que se barajan: salir hasta el CII (6650 m) dormir y luego cima o CII – CIV (7250 m) y cima.
Todavía no se ha pisado, en esta temporada, la cumbre del GII. La travesía
final tiene gran cantidad de nieve acumulada y puede resultar lo más
penoso. En cuanto a dificultad, el mayor riesgo está antes de llegar al CI
en el Valle donde confluye GI y GII con una zona de grietas bastante
traicioneras.
Afortunadamente, en esta montaña no van a tener que equipar. Aprovecharán el trabajo de sus antecesores, tal y como hicieron en el Broad los que vinieron después, beneficiándose de la labor de los aragoneses.
Marta, esta muy ilusionada con esta nueva oportunidad. Se abren nuevas
expectativas, Alejandre va a poder volver a vérselas con un nuevo
ochomil, con unas rampas diferentes pero ella peleará con la mismas
garras, con las que le permitieron alcanzar los 7800 m, las que uso para
acariciar la sensación de cumbre. Alberto se marcha con el equipo de 'Al filo de lo imposible' con Silvio, Edurne, Iván. De buen seguro le transmitirán ánimos. Ha trabajado como uno más, a escalado hasta donde la circunstancias le han permitido, y ahora tiene que regresar a la vida terrenal, para enfrentarse a sus quehaceres profesionales, que son los que le han cuartado las posibilidades de
reengancharse en esta nueva aventura”.