Luz de alarma en el BM Huesca
Las declaraciones del entrenador Juan Carlos Gordo al final de partido en Oviedo demuestran que la situación es muy complicada y que la pesadilla que se está viviendo en el Club Balonmano Huesca esta temporada no tiene fin. El equipo está sumido en una profunda crisis de juego y resultados y lo peor es que no se ve atisbo de reacción y cada vez las cosas se están poniendo más complicadas. La junta directiva se reunía este lunes para analizar la situación e intentar buscar alguna solución, que a priori parece complicada.
Entre las soluciones que están sobre la mesa está la de hablar particularmente con cada jugador para hacerles ver lo importante que es reconducir la situación y no se descarta alguna medida más drástica que podría tener que ver con sanciones por bajo rendimiento, aunque en principio lo que se confía es en la reacción a base de orgullo de los propios jugadores y que sientan que es necesario salvar esta difícil papeleta.
Juan Carlos Gordo indicaba a Radio Huesca Digital que “la solución no va a ser fácil y con entrenamientos solo no vale. Cuando se va por debajo en el marcador amanecen los fantasmas y acabamos humillados y con una sensación malísima”.
El técnico añadía que “hay gente que ha venido y no sabe donde está y se cree que aún está jugando en otro sitio. La gente no pone empeño y ahora nos gana cualquiera. Estamos atados de pies y manos con una plantilla que no responde y no tiene ganas de jugar”. Duras declaraciones que además acompañaba con una reflexión indicando que en los diez años que lleva en el Balonmano Huesca no había visto nada así y que lo estaba pasando francamente mal por el club y la directiva.
Ahora mismo el principal objetivo es ganar el sábado al Grupo Sigarci para no caer en puesto de descenso directo y es que hace falta dos o tres resultados positivos cuanto antes para por lo menos salir de abajo y terminar la temporada de forma decente, como decía también Gordo.