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El IEA localiza un libro de la biblioteca de Lastanosa en Portugal

El Instituto de Estudios Altoaragoneses ha localizado en la Biblioteca Nacional de Portugal una Crónica del rey Alfonso XI publicada en Toledo en 1595, que estuvo en Huesca en el siglo XVII en la Biblioteca lastanosina. La identificación de esta obra forma parte del programa que el IEA desarrolla, en el marco del Proyecto Lastanosa, para identificar en bibliotecas y archivos de España y el resto del mundo los libros y manuscritos que pertenecieron a Vincencio Juan de Lastanosa, y que hoy se encuentran lejos de Huesca.

El descubrimiento de esta Crónica en tierras portuguesas se debe al investigador oscense José María Lanzarote. Desde la Biblioteca del Instituto de Estudios Altoaragoneses se hicieron después las gestiones pertinentes con la Biblioteca Nacional de Portugal, sita en Lisboa, para obtener una reproducción de su portada. El libro se titula "Crónica del muy esclarecido príncipe y rey don Alonso, el onceno de este nombre de los reyes que reinaron en Castilla y en León, padre que fue del rey don Pedro". Fue escrito por Juan Núñez de Villasán, Justicia Mayor del rey Enrique Segundo, y publicado en Toledo en 1595.

En su portada se encuentra, el ex libris impreso que Vincencio Juan de Lastanosa pegaba a los libros que adquiría. En el mismo se lee: “De la Biblioteca de Vincencio de Lastanossa, Cavallero Infançon, Ciudadano de Huesca, y Señor de Figaruelas”. Esta Crónica, como confirmación de que estuvo en Huesca en el siglo XVII, figura también en el Catálogo de la Biblioteca lastanosina que se conserva, desde hace más de tres siglos, en Suecia.

En la portada de la Crónica de Alfonso XI se encuentra otro elemento que vincula aún más a este libro con Huesca. Se trata de una anotación escrita a mano, y luego tachada, que dice: “De Francisco Diego de Aynsa”. Es el historiador oscense Francisco Diego de Aínsa e Iriarte, que publicó en 1619 la primera historia de la ciudad. El volumen conservado ahora en Portugal debió pertenecerle (algo nada extraño, dado que Aínsa era historiador y el libro es una crónica). A su muerte la obra pasó a Lastanosa, quien le pegó su propio ex libris. Tiempo después, la Crónica ingresó, en los fondos de una Congregación religiosa de Lisboa, cuyo nombre está anotado igualmente en la portada. Finalmente, el libro, tan relacionado con la Huesca del siglo XVII, terminó en la Biblioteca Nacional de Portugal, donde ha sido ahora identificado.

Tras la localización de este libro en Portugal, el Instituto de Estudios Altoaragoneses está tratando de conseguir reproducciones de otras obras pertenecientes a Lastanosa. Son, en concreto, un incunable que se conserva en California, varios libros en la Biblioteca Nacional de Francia y un manuscrito con obras de Francisco de Quevedo en la Biblioteca Nacional de Madrid.

 
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