Cartas al Director: Carta a Don José Montilla
Cartas al Director: Carta a Don José Montilla
Gregorio Manuel Ruiz Orús
Excmo. Señor D. José Montilla,
Presidente de la Excelentísima Generalitat de Cataluña
Muy considerado Sr. Mío:
He vivido gran parte de mi vida en Cataluña, a la que quiero entrañablemente y esto me lleva a escribirle esta carta, que una vez leída y puesto en práctica cuando afecte a la Generalitat, ruego la hago llegar al Presidente del Gobierno español, Excmo Sr. D. José Luis Zapatero a fin de que cumpla y haga cumplir cuanto se refiere a España, a la que estimo en la misma medida que a Cataluña y a Aragón.
La grandeza y la belleza de Cataluña cautivan por sí solas. La gran capacidad de trabajo de un altísimo porcentaje de catalanes, inteligencia para poner el espíritu de integración a favor de todos los españoles y extranjeros, elevadísimo nivel cultural y sobre todo muy especialmente una extraordinaria capacidad para convertir las piedras en nuestro pan de cada día.
Han sabido recibir con los brazos abiertos a personas de todas las autonomías del Estado. Actualmente viven y trabajan en Cataluña 400.000 aragoneses. Nos han dado 32 años de paz para todos defendiendo el progreso y el desarrollo. Saben crear puestos de trabajo, pequeñas y medianas empresas, y gestionar grandes empresas: yo he vivido con ellos, por ellos y para ellos, he recibido siempre un trato excelente.
¿Por qué no nos esforzamos todos en tratarlos con el máximo respeto y admiración?. Si en Europa se hablan 56 idiomas diferentes y más de 2.500 en el mundo, ¿alguien tiene autoridad suficiente para decir cual es el mejor? El idioma es lo más sagrado; es la expresión más profunda e íntima del ser humano de un pueblo.
Llevemos entre todos la paz, el pan y la tranquilidad a las familias. Llevemos la paz y la tranquilidad a las escuelas y formemos personas que sepan construir a su alrededor una existencia verdaderamente humana presidida por el respeto, la colaboración y la ayuda sincera a los demás. Llevemos la paz y la tranquilidad a las calles, a las Instituciones, a la sociedad.
Debemos crear entre todos puestos de trabajo para todos, para que cada trabajador que cumpla con su trabajo pueda llevar su jornal a casa y dar de comer a su familia.
Nadie tiene la culpa. El error ha sido asociar la libertad, un bien precioso, a la codicia, egoísmo, libertinaje, etc... Debemos saber apartar los elementos tóxicos de la sociedad y de esa manera evitaremos la rutina colectiva.
Den un paso hacia delante y miren al futuro con optimismo obstinado y una vez más lleven el progreso y desarrollo a todo el país.
Un abrazo entrañable a Cataluña con la inmensa gratitud de haber recibido un trato excelente.
Viva Cataluña, viva Aragón y viva España.