Dos nuevos radares fijos en la provincia en Tierz y Escarrilla
La Dirección General de Tráfico tiene previsto instalar próximamente dos nuevos radares fijos en las carreteras de la provincia. Los puntos elegidos son la N-240 en Tierz y la A-136 en Escarrilla. En ambos casos son zonas conflictivas para el tráfico y en concreto para el acceso a estas dos poblaciones. Estos cinemómetros se unen a los doce existentes en la red viaria altoaragonesa.
El objetivo de esta colocación de radares fijos es seguir reforzando la seguridad vial en puntos conflictivos y no con afán recaudatorio, como señalaba el Jefe Provincial de Tráfico, Andrés Fernández del Río, y es que por el momento los resultados obtenidos en otros lugares ha sido positivo con el descenso de la accidentalidad.
El pasado año 2009 hubo una disminución del 20% de las denuncias en los radares fijos respecto a 2008. En concreto fueron 29.589 las sanciones en 2008 por las 20.148 denuncias de 2009. En cambio aumentaron las multas de los radares móviles de la Guardia Civil con 3.837 en 2008 y 5.347 el año pasado. En total hubo 33.426 denuncias tramitadas hace dos años por las 25.495 del anterior.
Los radares más ‘activos’ son el de Estrecho Quinto en la N-240 con 19.376 denuncias en 2008 por 12.438 en 2009. Le sigue el de Angüés con 9.909 hace dos años y 6.030 el pasado.
En la actualidad hay doce radares fijos instalados en las carreteras de la provincia de Huesca. Tres se encuentran en la N-240 y uno en la N-211 en Torrente de Cinca, N-II en Fraga, N- 230 en Benabarre, A-132 en la entrada de Huesca, en la N-123 en las proximidades de Barbastro en dirección a Graus, N-330 en la variante de Sabiñánigo y tan solo uno de ellos en autovía en la A-23 en dirección Zaragoza – Huesca, en el punto kilométrico 566. A ellos hay que añadir los dos que controlan la velocidad en el túnel del Somport.