A la espera de una solución para la planta de Compost de Alcalá de Gurrea

La planta de Compostaje, ubicada junto a Alcalá de Gurrea, sigue ocasionando problemas a los vecinos. Aunque los malos olores han disminuido, desde hace unos meses, cientos de bolsas de plástico, procedentes de la planta, invaden el monte del municipio. El ayuntamiento está pendiente de cerrar una solución con los nuevos responsables de medio ambiente del Gobierno de Aragón, ya que existen varios informes negativos sobre el funcionamiento de dicha planta.

Son cientos los vecinos, de la zona que comprende las localidades de Alcalá de Gurrea y Valsalada, los que han estado afectados, a lo largo de los últimos años, por los malos olores provenientes de la planta de Compost del Pirineo. Algunos aseguran que, en los últimos dos años, los olores han disminuido aunque muchos siguen denunciando una situación, dicen, insostenible.

A este problema se suma la impactante imagen que ofrecen cientos de bolsas de plástico invadiendo el monte del municipio. La senda verde denominada Pedro Saputo, que une varias localidades de la zona, se ha visto anegada por una plaga de plásticos que se enganchan en árboles y matorrales.

El ayuntamiento está a la espera de reunirse, este mes de septiembre, con los nuevos responsables de medio ambiente para conocer el resultado del informe realizado al respecto, una vez pasado el tiempo de alegaciones. Precisamente, en mayo de 2009, el consistorio ya ganó un contencioso a la empresa por no corresponder su autorización con su actividad. El juzgado exigió a la planta de compost el cumplimiento de las condiciones y limitaciones señaladas en la licencia municipal respecto a su actividad.

También la Dirección General de Medio Ambiente dio la razón a los vecinos cuando, a través de un estudio de olfatometría, denunció unos resultados en los que el ratio de malos olores respecto a la planta de Compost era de ocho kilómetros, unos resultados que superan las bases legales, que permiten un impacto de tan sólo 200 metros.