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¿Cómo contabiliza un voto nulo, blanco o no votar?

¿Es justa la ley electoral actual?. Borja Barragué, investigador del Departamento de Derecho Público de la Universidad Autónoma de Madrid, conoce bien los entresijos de la actual ley electoral, la LOREG (Ley Orgánica de Régimen Electoral General) y asegura que su sistema de proporción es de los que más favorecen a las mayorías de todos los existentes en Europa. Esta es una de las sombras de nuestra Ley electoral, pero añade que ha favorecido gobiernos fuertes y duraderos que ayudaron a la transición a la democracia.

La apuesta por una ley electoral que favoreciese gobiernos estables se hizo “a costa” de la desproporcionalidad.La media española es de unos 63.000 votos por escaño, pero mientras al PP y al PSOE le cuestan unos 69.000 votos, las cifras son más duras con los partidos minoritarios de ámbito nacional. A IU cada escaño le cuesta unos 400.000 votos y a UPyD unos 303.000 votos. En el otro lado de la balanza encontramos a los partidos con fuerza en territorios pequeños como PNV, CIU o ERC, que al igual que los mayoritarios son los grandes beneficiados de esta Ley.

Borja Barragué destaca también lo que llama “efectos psicológicos”. Si las personas están acostumbradas a que su voto no se vea reflejado en escaños tiende a cambiarlo a un voto que entienden más útil. Este aspecto sumado a la proporción del sistema d’Hont ha hecho que el sistema electoral haya aumentado su desproporcionalidad.

Barragué, que también ha sido profesor de Estadística y Econometría en la Universidad del País Vasco, barajó otras posibles opciones. Algunas de ellas sin necesidad de cambiar la Constitución. Entre estas últimas destacaba el sistema alemán, que supone votar con dos papeletas, una para el partido y otra para el candidato de tu distrito. Supone cambiar la Constitución, pero recuerda que aunque parecía difícil recientemente se ha reformado. En cuanto a las alternativas que no requieren un cambio constitucional, una de ellas sería cambiar la fórmula de proporcionalidad (en la actualidad d’Hont), y cualquier otra es más proporcional. La tercera vía pasaría por disminuir de 2 escaños a 1 los elegidos por cada provincia. Así el resto hasta los 350 totales se repartirían por cuota poblacional.

Voto nulo, voto blanco, no votarOtra de las dudas que se plantean los ciudadanos cuando llegan las elecciones es el valor de las diferentes opciones de voto que no sean a los partidos que se presentan a las elecciones. Votar nulo o no votas es muy similar, y perjudica a los partidos pequeños porque no agranda el número de votos en juego y por tanto aquellos que tienen más entre menos, salen beneficiados. Sin embargo el voto en blanco sí hace aumentar el número devotos que hay en juego y por tanto no perjudica en la misma medida a los partidos minoritarios. Así lo explicaba Borja Barragué, investigador del Departamento de Derecho Público de la Universidad Autónoma de Madrid, en una charla que organizava la ‘Universidad de la plaza’ del movimiento 15M.

Un último apunte, la Ley electoral que rige las elecciones españolas no contepla la posibilidad de anular unos comicios por alta abstención.

 
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