Mirando su casa desde la distancia

Dos años y medio después de la explosión en la calle Zacarías Martínez, sus habitantes siguen sin poder volver a sus casas. Falta de fondos, por parte de las compañías de seguros, hacen que los trabajos para adecentar el interior del edificio se hayan parado. Las obras que quedan para terminar son sencillas, en caso de que hubiese dinero, podrían hacerse en poco más de un mes. Sin embargo, la financiación no llega y los vecinos todavía no pueden acceder a sus viviendas.

El inmueble ha recuperado su aspecto exterior, sin embargo, el interior es bien distinto y es que las obras se han quedado paralizadas. La compañía aseguradora de la comunidad dice que ha cumplido con su parte y que, ahora, deben ser los seguros privados los que se hagan cargo de lo que falta: la reconstrucción de las escaleras y las acometidas de agua y luz.

Con esta parte finalizada, los vecinos podrían volver a sus casas aunque ellos, después, tendrían que arreglar el interior de sus pisos (el interior de las viviendas de la 3ª y 4ª planta, quedó destruido tras la explosión).

Para poder terminar las obras comunitarias faltan 62.997 euros, los vecinos de las dos primeras plantas deben aportar 3.500 euros, mientras que los de la tercera y la cuarta, deben dar 12.200. El problema es que los seguros de algunos vecinos no parecen dispuestos a pagar esas cantidades ya que dan por saldada su deuda.

Lo paradójico es que muchos de los vecinos siguen pagando puntualmente en el banco la hipoteca de un piso en el que no pueden vivir. Hasta que no se acaben las obras de la comunidad, ni siquiera disponen de llave para poder entrar en sus casas.

Los propietarios miran con impotencia la situación, entre papeles de seguros y facturas, siguen sin saber cuanto se pueden alargar las obras.

Repasando esos papeles, surge otro dato llamativo. De la última cantidad aportada por el seguro, el ayuntamiento de Huesca cobró, en octubre de 2011, 14.463 euros por ocupación de vía pública y licencia de obra de reconstrucción.