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Entran en servicio los dos últimos tramos de la A-21 en territorio navarro

Este domingo, 15 de enero, entraban en servicio los dos últimos tramos de la Autovía del Pirineo (A-21) en territorio navarro. Son los tramos Venta de Judas-Yesa y Yesa-Límite de provincia que suman un total de 16,6 km de trazado. Su apertura al tráfico se llevaba a cabo tras las revisiones y testeos realizados por el Gobierno de Navarra, y que impedían su inauguración el pasado 1 de enero. Dado que lo prioritario era su puesta en servicio, la vía entraba en funcionamiento sin un acto oficial previo, que se celebrará posteriormente.

La ejecución de estos dos tramos, que estaban incluidos en el Plan Navarra 2012, ha supuesto una inversión de 271 millones de euros financiados a través de la fórmula de peaje en la sombra por la empresa Autovía del Pirineo, S.A. Durante su construcción han participado alrededor de 650 trabajadores.

Concluye así un proyecto que comenzaba en octubre de 2.003. En ocho años de obras se han construido 46 km de autovía en Navarra. Mientras en Aragón, donde la competencia es del Ministerio de Fomento, apenas hay abiertos 8,3 km de los 57,5 totales y el resto de los tramos están parados.

Navarra, con competencias en materia de construcción viaria, ha acometido este proyecto de una manera ordenada y, desde que se inició, en ningún momento ha dejado de haber obras o proyectos en redacción y las ha completado en el plazo previsto.

La autovía se inicia en el nudo de Noáin, que sirve de conexión con la A-15 y la N-121, obra que se llevó a cabo entre octubre de 2003 y mayo de 2005. Desde aquí, se fueron ejecutando ya el resto de tramos progresivamente. El primero fue el de Noáin a Monreal, abierto en abril de 2006. Los subtramos Monreal-Idocin e Idocin-Izco fueron abiertos entre 2008 y 2009. El tramo Izco-Venta de Judas de Lumbier se inauguró en mayo de 2010. Y ahora se culminan los dos últimos, desde Lumbier a la muga.

Los tramos Venta de Judas-Yesa y el contiguo Yesa-Límite con Aragón han sido los de ejecución más complicada de todo el trazado, y han exigido construir dos túneles (el de Liédena, de 920 metros; y el de Yesa, que es el mayor de Navarra de vía rápida con sus 1.613 metros); de un falso túnel (de 240 metros); y hasta tres viaductos (uno sobre el río Irati de 200 metros, y otros dos en torno al embalse de Yesa de 495 y 145 metros).

La A-21, que sumará cuando se termine 103,62 km entre Pamplona y Jaca y sustituirá a la actual carretera nacional N-240, forma parte de un eje estratégico subpirenaico. En su final se vinculará con la parte de la autovía A-23 que unirá Jaca con Huesca y Lérida, conectado así mediante una vía rápida el Cantábrico y el Mediterráneo. De los 281 km que sumará todo este corredor cuando esté listo, hay ya alrededor de 150 abiertos.

La parte menos avanzada es la aragonesa de la A-21 que va de la frontera navarra a Jaca. Aquí, donde las competencias constructivas son del Ministerio de Fomento, apenas hay abiertos 8,3 km sobre los 57,5 totales. Arrancan a 15 km de la muga con Navarra y van desde el enlace con la carretera A-1601 hasta Fago. El resto de tramos aragoneses de la A-21 están parados.

Se espera que a lo largo de este año el eje Pamplona-Huesca-Lérida experimente tímidos avances, siempre y cuando continúen las obras en los tramos más avanzados y no haya paralización de trabajos en ninguno de ellos. En Aragón está previsto que se pongan en servicio los tramos de la A-23 Nueno-Congosto del Isuela (de 4,4 kilómetros) y Arguis-Alto del Monrepós (de 3,2 kilómetros). Respecto a la autovía A-22 se está pendiente de que este verano se pueda circular por la Variante de Almacellas (de 9,8 kilómetros).

 
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