Sociedad

Los glaciares del Pirineo en peligro de extinción

Dentro del ciclo de charlas los Jueves Ven y Verás que organiza el Club Peña Guara, en esta ocasión se abordaba la situación actual de los glaciares del Pirineo y especialmente del Aneto que ha sufrido un proceso de regresión que le puede llevar a la extinción, como está sucediendo con otros glaciares. Jordi Camins impartía una charla, apoyada por imágenes en la que se veía la situación actual en relación a otras épocas históricas.

El propio Jordi Camins señalaba a Radio Huesca que el Aneto está en proceso de regresión y que comparando con hace 25 y 30 años los glaciares están en un claro peligro de extinción y por lo tanto de desaparición.

Las temperaturas más elevadas y los periodos más cortos de nieve están influyendo de forma negativa, además contando la altitud limitada de nuestras montañas que con el cambio climático está siendo determinante en este periodo interglacial calido que se está viviendo.

La desaparición de los glaciares es un hecho y recientemente se constataba la del Glaciar Coronas en la vertiente sur de los Pirineos. Según algunos expertos en el año 2050 podrían haber desaparecido todos los glaciares del Pirineo Aragonés quedando únicamente unas 9 hectáreas

El Glaciar de Aneto formaba parte de una de las cabeceras del gran glaciar del Valle de Benasque que, al final de la última glaciación, hace 18 mil años, alcanzó una longitud de 36 Km., reducida ahora a 662 metros. Su último período de avance coincide con la Pequeña Edad del Hielo (1550-1850). Desde entonces, en un siglo y medio, ha perdido el 77% de su superficie.

En el Valle de Tena y Valle del Ara, en el área del Balaitus y Punta Zarra, sólo quedan algunas láminas residuales y escamas de hielo. En el Macizo del Infierno, se repite el aspecto adelgazado. El Vignemale, está próximo a su extinción y el Taillón, sólo queda una lámina cóncava y deteriorada. En el Valle del Cinca, Soum de Ramond extinto, la cara norte de Monte Perdido muestra su adelgazamiento, el de Cilindro-Marboré se ha convertido en dos heleros y el de Robiñera puede considerarse extinto.

En el macizo de la Maladeta, las tendencias en el año 2000 estaban muy marcadas: pasos a láminas de hielo en los aparatos más reducidos e inclinación hacia el adelgazamiento y otras muestras negativas incluso en los glaciares mayores. Valles del Ésera y Ribagorza, se observan pérdidas en el Macizo del Posets aunque el rocoso de Los Gemelos mantiene su aspecto. En el Macizo del Aneto, se observa un adelgazamiento generalizado. Barrancs ha perdido menos, pérdidas también en el de Tempestades y el de Cregüeña extinto.

El ejemplo más claro de desaparición de glaciares pirenaicos es el de Monte Perdido ya que ha sido uno de los más ampliamente estudiados.

 
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