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La nieve llega a la provincia en plena primavera

El Alto Aragón vivía este viernes una jornada de cambios en lo meteorológico. En plena primavera, el invierno parecía volver a instalarse por unas horas en la provincia, con nieve en cotas relativamente bajas, descenso acusado de las temperaturas y lluvias e incluso granizo durante gran parte de la jornada.

Las tan deseadas precipitaciones llegaban en forma de nieve a las estaciones de esquí, donde se acumulaban en algunos sitios hasta 40 centímetros de nieve (es el caso de Formigal, o 5 en Cerler). Pero la nevada también sorprendía sobre las 14.30 horas a los conductores que en ese momento circulaban por el puerto del Monrepós: tal era la intensidad que los vehículos se veían obligados a circular con cadenas durante dos horas e incluso se prohibía la circulación a camiones, articulados y autobuses. Unas condiciones climatológicas que afectaron también al canfranero, que se vio envuelto en una granizada y sufrió un retraso de media hora.

El panorama se tornaba invernal también en Jaca, Sabiñánigo, Biescas o Villanúa. Localidades que este año habían visto nevar mucho menos que en inviernos pasados y cuyos habitantes pudieron disfrutar de nieve primavera, que no llegó a cuajar ni en las calles ni en los tejados, pero sí en los campos. Incluso, en municipios como Alquézar llegaban a caer unos copos.

Este Viernes Santo traía también abundante cantidad de agua a gran parte de la provincia, precipitaciones que comenzaban por la mañana y que, en algunos puntos, no cesaron hasta la noche. Incluso, una fuerte granizada caía en puntos como Almudévar y, más ligeramente, en la ciudad de Huesca. Fruto de estas lluvias, las temperaturas caían en picado en tan solo unos minutos, pasando en la capital altoaragonesa de 12º a 5º en el espacio de una hora.

La mañana amanecía despejada en buena parte de los Monegros. Por ejemplo en Sariñena, la lluvia se hizo esperar hasta las 13.00 horas, pero a partir de allí, cayó intensamente y de forma intermitente durante la tarde. Algo similar ocurría en una zona más al este, en Graus, donde no caía ni una sola gota en las primeras horas del día, pero pasadas las 14.30 comenzó a llover.

Estos fenómenos meteorológicos no llegaban de improviso a la provincia. La Agencia Estatal de Meteorología activaba el jueves por la tarde la alerta amarilla por lluvias y tormentas hasta la tarde del viernes, y la previsión se cumplió a rajatabla.

 
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