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Devoción creciente al Santo Cristo de los Milagros

Un año más, como cada 12 de septiembre, cientos de fieles están celebrando la festividad del Santo Cristo de los Milagros. La Catedral se quedaba pequeña para acoger a todos los oscenses y romeros, que querían participar en esta celebración. Una de las misas más especiales era la de las 8 de la mañana, a la que acudían peregrinos de más de una treintena de localidades de la Hoya de Huesca y Monegros, que llegaban en romería, después de haber andado muchas horas durante la noche.  En esta jornada, la figura del Santo Cristo de los Milagros preside el altar mayor, rodeado de centros de flores. Ésta es una de las pocas fechas en que abandona su camarín. Desde la Cofradía del Santo Cristo de los Milagros se asegura que hoy es un día muy importante. Cada vez hay más afluencia de público, tal vez debido a la crisis, aunque la devoción es enorme.   Los peregrinos han llegado desde más de 30 pueblos, algunos cercanos a Huesca y otros en los que han tenido que andar muchos kilómetros.  Al acabar cada misa, quien lo deseara, podía pasar por el manto del Santo Cristo cuantos objetos personales quisiera, como estampas, postales, llaves o fotos. La respuesta a esta iniciativa, que se puso en marcha el año pasado, es muy positiva.  En esta fiesta, los responsables del Banco de Alimentos de Huesca, y tras el éxito de las fiestas de San Lorenzo, aprovechaban para recoger de nuevo alimentos no perecederos, que poder repartir posteriormente entre los centros asistenciales de la provincia.   Los responsables de la Cofradía del Santo de los Milagros hacían un llamamiento para que la gente joven también se integre en esta devoción y en esta celebración.   La Catedral de Huesca acoge misas a lo largo de toda la jornada, y tras la última la imagen regresará a su capilla.  Como en años anteriores, la Asociación de Vecinos del Casco Viejo de Huesca celebra las fiestas en honor al Santo Cristo de los Milagros. Como es tradición, ofrecerán al público melocotón con vino y torta tras la última misa de la tarde. Además, también repartían chocolate cocido con bizcoches, tras la misa de peregrinos de las 8 de la mañana.   La celebración del Santo Cristo de los milagros se remonta, en Huesca, a 1497, cuando según la tradición, la ciudad estaba asolada por la peste. Tras la procesión que se celebró el 12 de septiembre de aquel año, la efigie del Santo Cristo sudó y cesó la mortandad que sufría Huesca, un milagro que fue atestiguado por el notario Juan García.  La del Santo Cristo de los Milagros es una de las 16 fiestas religiosas propias de la Diócesis de Huesca, que se recoge en los Libros Litúrgicos, y que contemplan las lecturas, oraciones, salmos, antífonas o moniciones, que deben rezarse en la celebración de los santos, beatos o festividades

 
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