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Fallece Victorino Solanes, danzante y hortelano

Victorino Solanes nació el 5 de octubre de 1919. Danzante desde 1933 y mayoral desde 1971. Hortelano de profesión, que aprendió de su padre, en la conocida Torre del Gallo.

La capilla ardiente se encuentra en la Funeraria Oscense, en la Calle Fraga de Huesca, y el funeral tendrá lugar este jueves, a las 16:30 horas, en la iglesia de Santo Domingo y San Martín de la capital oscense.

Tras conocer su fallecimiento, fuentes del consistorio oscense han confirmado que proximamente se le hará algún tipo de reconocimiento a su figura.

Entró a formar parte de los Danzantes en 1933, dentro de lo que se llamó la Agrupación de Danzantes Infantiles, con la que algunas personas de Huesca, entre ellos Pascuala Ramón, madre de Victorino, intentaron dar continuidad a una tradición, que se veía en serios problemas.

Tras el fallecimiento, en marzo de 1971 de Pablo Esperanza, por antigüedad lo sustituyó como mayoral, Victorino Solanes. Será recordado siempre con su camisa blanca, su faja roja y su bastón, tallado por el oscense Pepe Larrui, y en el que se podía contemplar una bonita talla de San Lorenzo con la parrilla. Era el bastón que levantaba al cielo, para dar la orden de comenzar los bailes, a sus hombres, en la mañana de San Lorenzo.

En 1985, Victorino encabezó la delegación oscenses que peregrinó a Roma a visitar la tumba de San Lorenzo. En la audiencia con Juan Pablo II, ante quien los danzantes ejecutaron sus bailes, el mayoral le hizo entrega de un pergamino preparado en recuerdo de esta peregrinación.

El 9 de agosto de 1989, el ayuntamiento de Huesca, en reconocimiento a su trabajo a favor de las fiestas de San Lorenzo, le entregó la Parrilla de Oro de la ciudad. Se la impuso Emilio Miravé, quien fuera alcalde de Huesca.

El 10 de agosto de 1995, los danzantes homenajearon a Victorino Solanes, por sus bodas de plata como mayoral. Cuando salió de la botería de Pedro Lafuente, los danzantes formaron un túnel con sus espadas, y Victorino salió bajo el pasillo a los sones de "Recuerdos de Huesca", el pasodoble que antecede al baile de "El Degollau". El maestro Sampériz había realizado unos arreglos de esa pieza para la ocasión. Jesús Esperanza entregó a Victorino una placa conmemorativa. El entonces alcalde, Luis Acín, y la presidenta de la Comisión de Fiestas, Maribel Abril, colocaron en el pecho del Mayoral una aguja con una albahaca de plata. También ese año, los comerciantes de Huesca le rindieron un homenaje por esas bodas de plata.

, con 84 años, después del baile del Degollau, pasó el testigo al nuevo mayoral, Pascual Campo, tras 72 años como danzante a sus espaldas, de ellos 34 como mayoral, en un momento de gran emoción, con toda la plaza de San Lorenzo vitoreándolo. Era la primera vez que un mayoral dejaba su cargo en vida. Los muchos años, problemas en sus rodillas y en sus ojos, que recordamos siempre vidriosos, le hicieron pasar el testigo a Pascual Campo. Ese mismo año, su nieto Iñaki Solanes, lo sustituía como danzante.

 
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