Almudévar espera que, finalmente, el embalse pueda acabar dando vida al pueblo

La localidad de Almudévar espera poderse aprovechar de la construcción de la futura balsa. Dado que inundará una zona de 1.300 hectáreas, que hubieran sido un terreno de regadío con el Canal de la Hoya, quieren que el coste real (unos 250 millones de euros) sea un dinero que se aproveche y que acabe beneficiando al pueblo.

Recientemente se creaba la Comisión por la dignidad y el respeto de Almudévar, que preside el alcalde. Antonio Labarta se mostraba satisfecho, porque se siente respaldado por toda la población. En su momento, se acordó dar pasos y después de haberse quejado por la falta de información, hablaron ya con el presidente de la Confederación Hidrográfica del Ebro y con el de Riegos del Alto Aragón, buscando que apoyen las restituciones que merecen los propietarios de los terrenos que serán anegados. También se van a dirigir a la presidenta de Aragón, Luisa Fernanda Rudi pidiéndole los mismos compromisos.

Los vecinos de Almudévar se muestran generosos y cederán los terrenos, pero no a cambio de nada.

Éste es el tema estrella de Almudévar, porque causa una gran preocupación, ya que afecta a unos 200 agricultures que cuentan con pequeñas fincas.

En todo caso, en la localidad se cree que hay que aprovechar esta oportunidad, y no dejarla pasar, como ocurrió a principios del siglo XX con el tren, cuando los caciques del pueblo se negaran a que se pusiese en Almudévar la estación, que finalmente acabó en Tardienta. Creen que de no haber sido así, Almudévar podría haber tenido más industrias y más población. Por ello, ahora esperan que el pantano sea un medio de vida que mantenga las expectativas de la localidad.

En cuanto a la situación laboral, Almudévar cuenta en la actualidad con un 25% de paro. Los cierres prácticamente de Industrias Luna y de Fropal han afectado a muchos vecinos que trabajaban allí. Antonio Labarta en todo caso recuerda que hay empresas como Tolosana o el cátering de José Fernández entre otras, que hacen una gran labor de mantener la población.