Economía y negocios

Constituido el Patronato de la Fundación Caja Inmaculada

La Fundación Caja Inmaculada celebró la sesión constitutiva de su patronato, órgano que a partir de ahora se encargará de administrar y representar a la institución. Con la constitución del patronato culmina el periodo de transición que ha supuesto la transformación de Caja Inmaculada en fundación, conforme a los términos previstos en el Real Decreto Ley 11/2010, de 9 de julio, de órganos de gobierno y otros aspectos del régimen jurídico de las Cajas de Ahorros.

El órgano de gobierno ha quedado integrado por 12 miembros en representación de la entidad fundadora (Acción Social Católica); entidades representativas de intereses colectivos (elegidos por las Cortes de Aragón); y profesionales independientes de reconocido prestigio en las materias relacionadas con los fines sociales de la fundación o con experiencia en materia financiera. La duración del cargo de patrono será de cuatro años, con posibilidad de reelección.

En esta primera reunión tomaron posesión los miembros del patronato y se procedió a la designación de cargos. Juan María Pemán, catedrático de Derecho Administrativo, fue elegido presidente, Luis Oro, catedrático de Química Inorgánica de la Universidad de Zaragoza, vicepresidente primero, y Rafael Alcázar Crevillén, abogado del Estado en excedencia, vicepresidente segundo. Como secretario fue designado Miguel Caballú Albiac, auditor, censor jurado de cuentas y académico de número de la Real Academia de Nobles y Bellas Artes de San Luis de Zaragoza. De esta forma, el patronato de la Fundación Caja Inmaculada ha quedado constituido de la siguiente forma: 

Presidente: Juan María Pemán Gavín

Vicepresidente 1º: Luis Oro Giral  

Vicepresidente 2º: Rafael Alcázar Crevillén

Secretario: Miguel Caballú Albiac

Vicesecretaria: María Dolores Zamorano Pérez

Vocales:            Manuel Badal Barrachina

                     José Luis Escolá Autor

                     Joaquín Guerrero Peyrona

                     José Manuel Ibáñez Moral

                      Pilar Labrador Lanau

                     Vicente Lera Camacho

                     José María Sas Llauradó

                     Víctor Manuel Serrano Entío

Hasta este jueves, el último Consejo de Administración de la Caja había venido desempeñando, con carácter provisional, las funciones propias del patronato con el fin de garantizar una transición ordenada hacia la nueva forma jurídica de fundación desde los anteriores órganos de gobierno.

Transformación

En diciembre de 2013, la Asamblea General de Caja Inmaculada aprobó la transformación de la entidad en fundación de carácter especial de acuerdo con el Real Decreto Ley 11/2010. Dicha norma establece que las Cajas que han reducido su participación accionarial por debajo del 25% en la entidad de crédito a la que han transferido su actividad financiera deben transformarse en fundaciones. Es el caso de Caja Inmaculada que, tras la integración de Banco Grupo Caja3 - al que pertenecía - en Ibercaja Banco, formalizada en julio de 2013, pasó a tener una participación inferior a ese porcentaje.

Este cambio, que ha afectado a la gran mayoría de las cajas de ahorros españolas - convertidas ya en fundaciones o en curso de transformación- responde al proceso de restructuración del sector financiero que está teniendo lugar en España y que se está acometiendo a través de diversas reformas normativas.

La transformación implica un cambio de la forma jurídica y de denominación, si bien garantiza la continuidad de la personalidad jurídica y patrimonio de la entidad, así como del espíritu fundacional y señas de identidad de la Caja de Ahorros de la Inmaculada, entre las que destacan la arraigada vinculación con Aragón y el compromiso con su desarrollo económico y social.

Continuidad de la Obra Social

La Fundación Caja Inmaculada nace con unos activos que superan los 91 millones de euros y un patrimonio neto valorado en 90,6 millones. Cuenta con una plantilla de 45 personas, incluidos los empleados del Centro Joaquín Roncal, con una acreditada capacidad y experiencia en la gestión de la Obra Social. En 2014, gestionará un presupuesto global de 4,5 millones de euros, al que hay que sumar la partida correspondiente a amortización, con lo que el presupuesto total se aproxima a los 6 millones.

La fundación representa la continuidad de la Obra Social y Cultural que ha gestionado Caja Inmaculada durante más de cien años. Por lo tanto, su finalidad seguirá siendo la misma: crear, fomentar y sostener obras sociales, especialmente para favorecer la asistencia e inclusión social de personas vulnerables o en riesgo de exclusión, así como impulsar el desarrollo económico, social y cultural de Aragón.

A este respecto, durante la sesión constituyente, el presidente de la Fundación Caja Inmaculada explicó que “más allá de los medios tangibles de los que disponemos, debe subrayarse que la fundación es heredera de una historia muy fecunda de la que nos sentimos muy orgullosos y de unos activos intangibles que no tienen reflejo en nuestra contabilidad”. “Activos –dijo- vinculados a la marca CAI y al aprecio que la misma genera entre los miles de aragoneses que han venido siendo clientes de la excelente red de oficinas de la Caja, atendidas por una magnífica plantilla, o beneficiarios de su Obra Social”. 

Igualmente, señaló que esta nueva etapa “nos exige ser extraordinariamente rigurosos en la gestión de nuestro patrimonio, intentar encontrar nuevas fuentes de ingresos y ser muy selectivos en las líneas de actividad, centrándonos en atender las necesidades sociales más acuciantes”.  

La transformación supone también una simplificación organizativa mediante la adopción de una estructura de gobierno más sencilla y congruente con la realidad actual. Además, la fundación seguirá vinculada al mundo financiero no sólo por su tradición y experiencia, sino por la condición de accionista de un gran grupo bancario como es Ibercaja.

Fines y actividades

La Fundación Caja Inmaculada aspira a continuar siendo un referente en el ámbito de la acción social en la Comunidad Autónoma. Para ello, desarrollará, promoverá o apoyará cualquier tipo de actividades relacionadas con los siguientes campos:

·       Asistencia a personas que se encuentran en circunstancias de vulnerabilidad o exclusión social, incluyendo la asistencia a personas en situación de discapacidad o dependencia.

·       Promoción del voluntariado y apoyo a las asociaciones y fundaciones que trabajan en el campo de la asistencia y los servicios sociales.

·       Actividades de generación de empleo a través del fomento del emprendimiento, de las empresas de inserción o de la economía social.

·       Acciones de ayuda humanitaria y de cooperación al desarrollo.

·       Actividades de investigación, desarrollo e innovación.

·       Actividades formativas y culturales, en particular para la corrección de situaciones de desventaja o riesgo de exclusión de determinados grupos.

·       Conservación y restauración del patrimonio histórico-artístico.

·      Actividades deportivas y de ocio, especialmente para personas con limitaciones o situación de desventaja.

·       Promoción de la educación financiera, sobre todo, en el ámbito juvenil y de las personas mayores.

Principales actuaciones en 2014

La Fundación Caja Inmaculada destinará el 40% de su presupuesto en 2014 a actividades dirigidas a luchar contra la pobreza y la exclusión social. Otras áreas de actuación, concretamente las de fomento del empleo, formación y cultura, mantendrán también una actividad notable.

Entre las actividades más sobresalientes, destacan:

-          Colaboración entre Fundación CAI y Acción Social Católica (ASC). Ambas instituciones tienen previsto invertir 250.000 euros para actuaciones asistenciales en colaboración con distintas entidades aragonesas. Especialmente destacable es el programa de becas para niños de familias sin recursos económicos, en colaboración con el Patronato de Nuestra Señora de los Dolores de Zaragoza, Parroquia Madre de Dios de Begoña y Hermandad del Refugio de Zaragoza.

También recibirán ayudas el Centro de día y consigna para personas ‘sin techo’, en el barrio de San Pablo de Zaragoza; y proyectos de cooperación al desarrollo.

-         Firma de los convenios de Fundación Caja Inmaculada e Ibercaja con entidades sociales de Zaragoza, Huesca y Teruel. Recientemente se han firmado los convenios con las organizaciones de Zaragoza y Teruel dentro de la convocatoria de proyectos sociales de la Fundación Caja Inmaculada y Grupo Ibercaja. La próxima semana, se formalizarán estos acuerdos con las entidades de Huesca. En total, 98 entidades aragonesas se beneficiarán de las ayudas.

Con ello se pretende fortalecer la labor que cada obra social viene desarrollando históricamente en la Comunidad Autónoma en beneficio de la sociedad aragonesa.

La convocatoria tiene por objeto respaldar iniciativas que fomenten la empleabilidad de las personas en situación o riesgo de exclusión social como desempleados de larga duración, personas con discapacidad, sin hogar o con problemas de adicción, y otros colectivos en dependencia social. Además, son objeto de ayuda aquellos proyectos orientados a cubrir las necesidades básicas de alimentación, higiene y acogida, así como los proyectos destinados a implementar alternativas que afronten el fracaso escolar. También se ha prestado especial atención a actividades, talleres o programas que promuevan la atención a personas en las situaciones antes citadas.

 

-          Escuela de Negocios CAI. La Fundación Caja Inmaculada potenciará las actividades de su Escuela de Negocios, en las que en 2013 participaron 3.353 profesionales.  Asimismo, dará continuidad al programa “Ayuda CAI para la formación de personas desempleadas”, gracias al que 480 aragoneses pudieron asistir a diferentes programas formativos. El programa, creado en 2012, permite reservar cuatro plazas por actividad formativa para estas personas y subvencionar el 70% del importe de sus matrículas.

-         Servicio Cultural CAI. La fundación mantendrá sus actividades culturales para que personas de todas las edades puedan encontrar nuevas posibilidades de entretenimiento y desarrollo intelectual. En 2013, más de 59.000 personas disfrutaron de la programación del Servicio Cultural CAI.

-          Centro Joaquín Roncal de la Fundación CAI-ASC. El objetivo es reforzar la gran labor que el centro viene realizando. El año pasado registró uno de los mejores datos de participación y actividad desde que abrió sus puertas en mayo de 2005. 98.383 usuarios (un 22% más que en 2012), 1.333 actividades (2% más), 8.693 horas de programación (19,5% más) y 289 entidades sociales colaboradoras son cifras que resumen el excelente trabajo que realiza y el interés que genera en Zaragoza.

 
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