El pleno provincial aprueba por unanimidad conceder la Medalla de Oro a Cruz Roja

Todos los grupos políticos representados en la Diputación Provincial coincidían en ensalzar la labor altruista que Cruz Roja viene desarrollando desde hace más de 120 años en el Alto Aragón. Motivo por el que todos votaban a favor de conceder a dicha entidad la Medalla de Oro, máxima distinción que otorga la DPH. El acto de entrega está previsto que tenga lugar a mediados del mes de diciembre.

Cruz Roja cuenta en la actualidad con 16.000 socios y cerca de 3.000 voluntarios que trabajan en diferentes proyectos de apoyo a los más necesitados. Sólo en 2013 atendieron a 30.000 altoaragoneses. “Compañero de viaje del ente provincial” es “un ejemplo de solidaridad y compromiso” que ha contribuido a hacer de Huesca “una provincia más habitable y más humana”, destacaban.

Sesión plenaria en la que todos se ponían de acuerdo para exigir al Gobierno de Aragón que pague a los ayuntamientos la deuda de los recibos que se les debe, algunos desde 2007, y cuyo montante asciende a más de un millón de euros. También piden intereses de demora por el retraso de los pagos de impuestos y tasas municipales que, recuerdan, son la única vía de ingresos para muchos consistorios, sobre todo los más pequeños.

El resto de puntos del orden del día eran aprobados por unanimidad. En el apartado de ruegos y preguntas, el portavoz del PP, José Bailo, solicitaba al presidente de la institución, Antonio Cosculluela, la celebración de una Junta de Portavoces en la que se defienda la labor y el futuro de las diputaciones, al hilo de las declaraciones hechas por el secretario regional de los socialistas, Javier Lambán.

Un asunto sobre el que Antonio Cosculluela se mostraba tajante al afirmar que “defiende y defenderá el papel de una institución que trabaja por y para los municipios de la provincia". También contestaba a una pregunta de la diputada popular Sandra González, relativa al Patronato de Estudio General de Huesca y a las valoraciones hechas tras la reunión. Un encuentro que Cosculluela definía como "la menos comprometida con el campus oscense".