La Comarca de Sobrarbe disfruta de su II Gala del Deporte con emoción y humor
La II edición de la Gala del Deporte de la Comarca del Sobrarbe deparaba muchas sorpresas y mucha emoción a los vecinos que asistían al Palacio de Congresos de Boltaña. Un abarrotado auditorio disfrutaba de la animación y el humor con que los pequeños, medianos y grandes deportistas de la comarca recogían sus reconocimientos. El servicio de Deportes del Sobrarbe reconoce así cada año los méritos de atletas con méritos durante la temporada y al mismo tiempo fomentan la práctica deportiva entre los pequeños y jóvenes.
Hay muchos casos que destacar dentro del elenco de premiados en esta Gala del Deporte. Entre ellos, el Club Atlético Sobrarbe (CAS) se llevaba la mención especial. Esta es una agrupación que lleva 41 años funcionando y hoy mantiene a más de 700 inscritos en una comarca de unos 8.000 habitantes, con la misma ilusión que el primer día.
Otros deportistas como Teresa Palacio demostraban con un discurso sobre el escenario que el deporte es la vida, y en la vida hay que tener valores. Su emoción se reflejaba en algunas lágrimas al describir su trayectoria como atleta y contar que de pequeña lo que más le apasionaba era la hípica, un deporte tan caro que era inalcanzable en los años 80.
Ellos junto con Vicente Gutiérrez, Premio al Deporte Individual comarcal de Adultos; Dani Magallón, Mejor deportista comarcal en la temporada 2013/2014 son algunos de los ejemplos más destacados de la capacidad y el potencial deportivo del territorio. Entre los invitados de honor estaba Luis Alberto Hernando, atleta en la Selección Española de Carreras de Montaña, y José María Poves, atleta profesional.
No obstante, los pequeños, los jóvenes y los más veteranos que conforman equipos fundamentalmente de amigos para disputar ligas locales tenían su presencia más que justificada durante esta segunda edición de la Gala del Deporte del Sobrarbe, pues quién mejor que ellos para demostrar que, al final, lo importante es disfrutar de la práctica deportiva, sin importar qué disciplina, sino qué valores rigen al deportista o al equipo.