Economía y negocios

La crecida del Ebro dobla el precio de la borraja

La producción de borraja del entorno de Zaragoza se ha perdido, lo que ha hecho que el precio de esta verdura se haya disparado. En un par de semanas ha doblado su precio en origen y también en la tienda. A eso se une que en estas fechas hay muy poco producto, porque son los últimos coletazos de la borraja de invierno y todavía ha de venir la de la primavera.

En la misma tienda en Huesca un kilo de borraja costaba en enero 0,99 euros el kilo, hoy está a 1,80. ¿La razón? Las inundaciones de la huerta zaragozana que suministra de esta verdura a Mercazaragoza.

En el programa La Ventana del Altoaragon se hacía una ronda de precios, en Sariñena el kilo estaba a 2,25 euros el kilo con un precio de coste a la tienda de 1,80 euros. En Barbastro a 1,99, precios muy superiores a los que había hace un par de semanas.

La borraja es conocida y utilizada en el centro del Valle del Ebro y, más señaladamente, en Aragón y Navarra. Fuera de este territorio no se encuentra en los mercados ni en los restaurantes, salvo en pequeños reductos.

La borraja es una planta sencilla, nada altiva ni espectacular, y además pincha un poquito: tallos y hojas están recubiertos de breves y erizados pelillos que al tacto resultan ásperos… pero que esconden y protegen un tierno corazón.

Por su aspereza al tacto, ha sido considerada durante mucho tiempo como una verdura “de pobres”, algo que hoy no es así. Para ofrecer toda su plenitud, además, no precisa complicadas elaboraciones ni trabajos: en Aragón la hemos comido siempre, sencillamente, hervida con patata y aliñada con aceite de oliva en crudo.

Está muy extendida la creencia, y aun la práctica, de que hay que pelarla tallo a tallo para quitarle sus pinchitos. ¡Otro error de bulto! Si la verdura es buena, y en la huerta aragonesa se cultiva de excelente calidad, esa tediosa operación es del todo innecesaria: al hervirla, los diminutos pelillos desaparecen.

Con las hojas, en muchos lugares de Aragón lo que se hacen son crespillos, un postre típico sobre todo de la zona de Barbastro: consiste en rebozar la hoja con harina, huevo y anís, freírla en la sartén y espolvorearla luego con azúcar o, acaso, con un poco de miel.

La borraja, además de deliciosa es un alimento extraordinariamente saludable. Va bien para el corazón, es depurativa, diurética, antipirética, expectorante y hasta beneficiosa para los decaimientos del ánimo.. Solo hay que fijarse en un pequeño detalle y es su nombre científico latino, borago officinalis: ese adjetivo, “officinalis”, designa a todas las plantas que tienen aplicación médica. Si nos pusiéramos a detallar todos los beneficios que aporta a la salud, este artículo acabaría siendo larguísimo: tiene provitamina A, que es un antioxidante esencial y aumenta las defensas; al contener abundante potasio pero ser pobre en sodio, es un eficaz diurético y depurativo del organismo; como posee mucílagos, una fibra con propiedades antiinflamatorias, “ablanda” la tos y combate los catarros, amén de ejercer una acción beneficiosa para los trastornos estomacales… Pero sobre todos estos efectos positivos destaca su cualidad de alimento cardiosaludable: en otras palabras, que es buenísima para el corazón. Y, además, no engorda.

 
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