Bonansa se prepara para “bajar” las fallas

Los vecinos de esta localidad ribagorzana ultiman los detalles de sus antorchas de madera con las que, el sábado, participarán en la bajada de fallas de Bonansa uno de los municipios que junto con otros como Montanuy, Laspaúles, Sahún o San Juan de Plan (Sobrarbe), y algunos catalanes, andorranos y franceses, conserva esta tradición milenaria ligada a la solsticio de verano.

En casi todos los municipios esta fiesta del fuego es similar, puede variar la manera de elaborar la falla o la madera que se usa pero, en todas las localidades, al caer la noche, en una montaña cercana (denominada faro), se enciende una hoguera, donde se prenden las fallas y se va bajando hacia el pueblo formando una especie de serpiente de fuego. En Bonansa se llega hasta la plaza, y entonces los más jóvenes, corren por las calles del pueblo, con el objeto de purificar y eliminar lo malo que haya podido acontecer durante el año. Al final, se acaba encendiendo una gran hoguera en el pueblo.

El alcalde de Bonansa indicaba que la de su municipio es una falla muy familiar en la que puede participar todo aquel que quiera porque es una bajada muy suave apta para todos aquellos que quieran vivir esta experiencia.

Se suelen bajar entre 60 y 70 fallas y cada vecino elabora la suya aunque también el Ayuntamiento prepara unas cuantas para poder prestarlas a quienes se quieren estrenar en esta tradición.

Iglesias calificaba esta fiesta como impresionante y todavía desconocida en Aragón.

Cabe recordar que en marzo de 2014, la Asociación de Municipios con Fallas del Pirineo presentaba la candidatura de esta fiesta del fuego a Patrimonio Inmaterial de la Humanidad y que será a finales de año, en noviembre, cuando se conozca la resolución de la UNESCO. DE ser favorable, concluía el alcalde de Bonansa, permitirá dar a conocer esta tradición, conservarla y valorar, por las gentes del territorio, la peculiaridad de la misma.