Cambiar Huesca promueve la realización de catas arqueológicas en el Cementerio oscense

Cuando faltan apenas unos meses para la conmemoración del inicio de la Guerra Civil Española, todavía hoy en día hay heridas abiertas que no han acabado de cicatrizar. Una de ellas, quizás la más dolorosa, sea la de los miles de hombres y mujeres que fueron fusilados y enterrados en fosas comunes durante el transcurso del conflicto y la posterior represión.

Tal y como ya anunció en su programa electoral para las municipales, la asamblea de Cambiar Huesca considera esta cuestión tan sensible como prioritaria dentro de su acción política, es por ello que diferentes grupos de trabajo de esta formación están trabajando en una serie de medidas para reparar, en la medida de lo posible, la memoria de las personas asesinadas en la ciudad durante el conflicto.

Una de las propuestas para la recuperación de la memoria histórica es la de realizar catas arqueológicas dentro del recinto del cementerio de Huesca. En la tapia del lado oeste en el antiguo cementerio civil se realizaron unos doscientos fusilamientos desde el inicio de la guerra hasta el 29 de agosto de 1936. En el mismo lugar se volvieron a repetir fusilamientos desde el 15 de octubre de 1938 hasta el 23 de enero de 1945 un total de ciento noventa y cuatro fusilamientos. Todas estas personas fueron enterradas en el cementerio. Cambiar Huesca está estudiando la posibilidad de sumarse a la iniciativa emprendida por el Colectivo Ciudadano de Huesca y el sindicato CNT para la realización de un memorial en la citada tapia, que se convertiría en lugar de memoria.

Cambiar Huesca propone la realización de catas arqueológicas en varias zonas del cementerio civil para determinar la posible existencia de restos de fusilados y fusiladas en ese espacio, ya que se tiene constancia documental de enterramientos de los cuerpos en diferentes zonas del recinto funerario. El objetivo no es desenterrar e identificar los restos, pero sí constatar la existencia de esas fosas y descartar que esos restos hubieran sido trasladados al Valle de los Caídos sin documentar y sin el permiso de los familiares, que es otra de las hipótesis con la que se trabaja. Se propone realizar una ruta de memoria histórica formada mediante paneles y carteles con los nombres y fechas de ejecución de las personas de las que se tiene constancia que fueron fusiladas. Del mismo modo, se propone crear una guía en papel y otra digital con los nombres y biografías de las personas asesinadas, tales como Fermín Galán, Ángel García Hernández, Ramón Acín, Concha Monrás, Manuel Sender, Bruno Farina, Mr. Thomas Noddings, Luis López Allué, Ricardo Compairé, Félix Lafuente Tobeñas o Manuel Camo, entre otras personas.

La propuesta de Cambiar Huesca también pone en valor el Cementerio de Las Mártires como ámbito de fusilamientos y enterramientos, puesto que la repesión se trasladó hasta ese recinto desde septiembre de 1936 hasta marzo de 1938. Allí se fusiló aproximadamente a 130 personas y se enterraron a mil doscientas cincuenta personas durante ese período. Desde allí, también hubo traslados masivos de restos hacia el Valle de los Caídos. Un panel en la entrada del recinto explicaría la historia del lugar.

Otras acciones que se proponen desde los grupos de trabajo de Cambiar Huesca son la revisión crítica del callejero y la corrección de errores en la cartelería urbana colocada recientemente, la excavación y posible apertura al público del refugio ubicado en el parque Miguel Servet y la colocación de una placa en el Ayuntamiento de Huesca recordando los nombres de los alcaldes y concejales fusilados durante la Guerra Civil por su condición de tales, así como la retirada de la placa con contenido franquista del patio principal del recinto municipal.