Sociedad

Equinoccio: el comienzo de la primavera este domingo

En la madrugada de este domingo 20 de marzo (a las 5 horas 30 minutos) comenzaba la primavera. Es el día del equinoccio de primavera. En los equinoccios –tanto en el de primavera como en el de otoño–, el día y la noche duran aproximadamente lo mismo (unas 12 horas cada uno).

Los equinoccios son los únicos días del año en que el Sol sale exactamente por el este y se pone exactamente por el oeste. El equinoccio de primavera es el acontecimiento astronómico que se utiliza para calcular, cada año, cuando es Semana Santa.

La primavera comienza el domingo 20 de marzo

La primavera, informa la Agrupación Astronómica de Huesca, dará comienzo, según el horario peninsular español, el domingo 20 de marzo a las 5 horas y 30 minutos de la madrugada.

El Sol, visto desde la Tierra, se encuentra ahora en la última constelación del Zodíaco, la de Piscis. El 20 de marzo, en el momento del equinoccio, el Sol estará en el Punto Aries, en el que se cruzan las líneas del ecuador celeste y de la eclíptica (esta es la línea que sigue el Sol, visto desde la Tierra, a lo largo de las constelaciones del Zodíaco).

A partir de ese momento, y durante 6 meses (hasta el equinoccio de otoño), el Sol estará en el hemisferio norte celeste, por encima del ecuador celeste –y por esa razón, en Huesca ese será el semestre con mayor duración del día, mayor altura del Sol al mediodía sobre el horizonte y mayor calor–.

La primavera se inicia este 20 de marzo solo en los países del Hemisferio Norte, como el nuestro. En los países del Hemisferio Sur, como Chile, Argentina, Sudáfrica, Australia o Nueva Zelanda, el 20 de marzo comenzará por el contrario el otoño. Es su equinoccio de otoño.

En aquellos países que se encuentran a lo largo del Ecuador terrestre (como Ecuador en América, que recibe precisamente por ello su nombre, Gabón o Kenia en África o Indonesia en Asia), en los equinoccios, tanto el de primavera como el de otoño, el Sol se encuentra a mediodía justo encima de la cabeza y, en ese momento, prácticamente no hay sombras.

Días y noches de igual duración

En los equinoccios, el día y la noche duran lo mismo. Aproximadamente doce horas cada uno. La propia palabra equinoccio alude, precisamente, a ello. Equinoccio se forma a partir de dos palabras del latín: aequus (igual) y nox, noctis (noche) –equinoccio alude, por tanto, a que la duración de la noche es, en estas fechas, igual a la del día–.

Como es sabido, la duración del día (entendido como horas de luz solar) aumenta desde el solsticio de invierno, en diciembre, en que alcanza su mínimo, hasta el solsticio de verano, en junio, en que llega a su máximo.

En los equinoccios es, precisamente, cuando ese aumento alcanza mayor ritmo. En la ciudad de Huesca, en torno al equinoccio de primavera, el día (entendido como período de luz solar) alarga unos 3 minutos cada jornada.

El Sol sale y se pone exactamente por el este y el oeste

Todos sabemos que el Sol sale por el este y se pone por el oeste. Sin embargo, nuestra estrella únicamente sale y se pone exactamente en los puntos del horizonte que señalan el este y el oeste dos días al año: en los equinoccios de primavera (hacia el 20 de marzo) y de otoño (en torno al 23 de septiembre).

Durante la primavera y el verano, el Sol sale entre el este y el norte (por el noreste) y se pone entre el oeste y el norte (por el noroeste); en otoño e invierno, por el contrario, el Sol sale por el sureste y se pone por el suroeste.

El equinoccio de primavera y la Semana Santa

El equinoccio de primavera es el hito fijo a partir del cual se calcula una fiesta móvil (que un año cae en unas fechas y al siguiente en otras distintas), como es la Semana Santa.

La relación entre equinoccio de primavera y Semana Santa es esta: el Domingo de Resurrección es el domingo que sigue a la Luna llena que sigue al equinoccio de primavera.

Este 2016 el día del equinoccio, que ha caído en domingo, es también el Domingo de Ramos. Y la Semana Santa, por tanto, se halla muy cercana al comienzo de la primavera.

Ello se debe a que este año la primera Luna llena de la primavera está muy próxima al equinoccio. Dicha Luna llena es, en concreto, el miércoles 23 de marzo, solo tres días después del equinoccio primaveral. Y de acuerdo con la definición que dábamos antes, el Domingo de Resurrección es, por tanto, el 27 de marzo, justo una semana después del equinoccio.

Por el contrario, si un año ha sido Luna llena poco antes del equinoccio, hay que esperar entonces hasta la siguiente Luna llena, casi un mes más tarde, y por tanto la Semana Santa de ese año es ya muy avanzado el mes de abril.

Las fechas extremas en que puede ser el Domingo de Resurrección son, concretamente, el 22 de marzo y el 25 de abril.

De la definición que hemos dado (el Domingo de Resurrección es el domingo que sigue a la Luna Llena que sigue al equinoccio de la primavera) se deduce, por un lado, que la Semana Santa es una fiesta de primavera; y por el otro, que se celebra siempre en torno a una Luna llena (y, así pues, las procesiones de Semana Santa se ven realzadas generalmente por la presencia de una gran Luna, prácticamente llena, en el cielo).

 
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