El presidente de los empresarios cree que a Huesca le faltan dos docenas de medianas empresas para crecer en condiciones

El 99% de las empresas españolas son pequeñas empresas o están gestionadas por autónomos. El 0,2% son grandes empresas, y medianas son el 0,57% del total nacional. Una mediana empresa es la que tiene desde 50 a 250 trabajadores. La provincia de Huesca, con unas 70 medianas empresas, se encuentra por debajo de la media española. Dicen los expertos que, para llegar a igualar esa media, harían falta unas 24 empresas más. Ello supondría nada menos que 5.000 empleos en la provincia. Y es que Huesca tiene una carencia fundamental de mediana empresa.

El presidente de CEOS-CEPYME Huesca, Carlos Bistuer, indica que no necesitamos una gran empresa, que sería realmente difícil que se instalara en Huesca, sino dos docenas de medianas empresas, con lo que el Alto Aragón daría un salto enorme, ya que la provincia tiene tejido como para poder contar con unas 90 o 100 empresas.

El inconveniente para lograr este aumento de pequeñas a medianas empresas, es que somos pocos habitantes en la provincia. La forma de lograr ese paso sería o por crecimiento propio, por alianza, o atracción de empresas de fuera, que tengan ya una cierta estructura, y que quisieran implantar aquí, normalmente una planta. Esas serían las posibilidades, para las que sí tenemos otras potencialidades: terreno (Bistuer habla de Plhus, una superficie empresarial a desarrollar con más de 600.000 metros cuadrados, con capacidad de crecimiento), tenemos también agua, fundamental para la industria, talento y formación.

Lo que se sea capaces de producir en la provincia, generalmente irá destinado a mercados exteriores, por lo que hay que tener voluntad y capacidad organizativa para sacar adelante esta cuestión. El presidente de CEOS-CEPYME Huesca asegura que hay muchas posibilidades de crecer, pero hay que hacerlo por la vía de que empresasde tamaño medio generaran valor añadido aquí mismo. Eso nos permitiría acceder a mercados exteriores. Pero en el caso de Huesca, dice, la pelota está en nuestro tejado, y no podemos mirar fuera, tenemos que ver qué se puede hacer, desde aquí, para incorporarnos a todos esos procesos de desarrollo.

Por todo ello, Carlos Bistuer apuesta porque la sociedad se implique en la reclamación de mejoras para evitar lo que constriñe nuestro desarrollo. Porque otros de los problemas con los que se encuentran las empresas son las malas infraestructuras de comunicación y los frenos legales, fiscales e incluso sociales, que lastran en no pocas ocasiones el crecimiento.