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La comarca de Sobrarbe recibe a miles de visitantes para vivir el gran Carnaval de Bielsa

Los vecinos de Bielsa ya reviven su gran tradición en las calles con miles de visitantes. Las trangas, onsos, domadores, madamas, agüeleta y el caballé vuelven a hacer de las suyas este domingo a las 17:00 horas en la tradicional ronda; por la noche será momento del baile con la orquesta Caramelo y con discomóvil hasta altas horas. Posteriormente, de madruagada, se ajusticiará al muñeco de paja y trapo Cornelio Zorrilla.

Este festejo está considerado como uno de los diez mejores carnavales de España y es palpable en la ocupación turística, ya que la mayor parte de hoteles y casas rurales de toda la comarca de Sobrarbe están repletos. El interés por esta fiesta se ha incrementado en los últimos años.

El carnaval de Bielsa es una tradición milenaria que ni aún estando prohibido durante la guerra civil y el franquismo dejó de celebrarse. Los vecinos mantienen con orgullo las señas de identidad de esta cita y la han modernizado incorporando aspectos que mantengan la vigencia del festejo. El gran valor, por tanto, son los vecinos que recrean con gran fidelidad a cada uno de los personajes característicos.

Las madamas son las principales protagonistas este año centrando la imagen del cartel. Es un personaje que cada día lleva un traje distinto cada día. Vestidas de blanco con cintas de colores representan la pureza. Es de confección totalmente artesanal y cada elemento se monta cada día. Antes de la ronda las madres pasan horas cosiendo y preparando peinados. Es una experiencia que ninguna joven del pueblo se quiere perder.

Y al salir en la ronda las trangas les roban el protagonismo en la plaza. Son personajes míticos, mitad humanos y mitad animales, símbolos de virilidad y fertilidad. Se visten con la piel y los cuernos de un macho cabrío, llevan la cara pintada de negro y avisan de su llegada con enormes cencerros. Este sonido es sinónimo de miedo, al igual que los fuertes golpes que atiza el domador al “onso”. El animal sale de su letargo invernal y es símbolo de fuerza y naturaleza. Andando a cuatro patas y a empujones se hacen paso guiados por los domadores, que los llevan atados con cadenas. Bielsa siempre ha mantenido con orgullo una tradición que cada año atrae a miles de visitantes de fuera del valle.

La afluencia durante esos días es superior a 3.000 personas para disfrutar a esta gran fiesta. El público es muy fiel con elementos tan característicos como por ejemplo los personajes o la quema de Cornelio Zorrilla, el muñeco de paja y trapo que representa al Carnaval y que contempla toda esta fiesta desde del balcón del Ayuntamiento, donde fue colgado tras el juicio que marca el inicio de la celebración.

Las trangas, personajes míticos mitad humanos y mitad animales, son símbolos de la virilidad y la fertilidad. Los jóvenes solteros del valle son los encargados de dar vida a este personaje que se viste con la piel y los cuernos de un macho cabrío, llevan la cara pintada de negro y avisan de su llegada con enormes cencerros.

Las madamas son las jóvenes solteras que son recogidas al pasar la ronda por la puerta de su casa. Vestidas de blanco con cintas de colores representan la pureza.

El oso u “onso” anuncia la próxima llegada de la primavera. El animal sale de su letargo invernal y es símbolo de fuerza y naturaleza. Los hombres que los representan van embutidos en enormes sacos rellenos de hierba seca y cubiertos con piel de ovejas. Andando a cuatro patas y a empujones se hacen paso guiados por los domadores, que los llevan atados con cadenas.

Otro personaje fundamental de este carnaval es Cornelio. Un muñeco relleno de paja que es juzgado por ser el responsable de todos los males ocurridos en el valle y condenado a la hoguera.

 
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