Sociedad

Cambiar la silla de ruedas por un planeador, proyecto en el que está inmerso el aeródromo de Santa Cilia

Fly Pyr, el Aeródromo de Santa Cilia, y el Aeroclub Nimbus son pioneros en el Pirineo en la labor con discapacitados físicos. Desde sus instalaciones se programan distintas actividades y propuestas con el fin de romper barreras y hacer posible algo que hasta hace poco tiempo era impensable, que personas con discapcidad física o movilidad reducida puedan practicar el vuelo sin motor como aficionados o incluso obtener la licencia de piloto, algo que es factible en España desde 2008. Hace unos días se daba un importante paso adelante. Frederic Crespo, presidente de la Fundación Step by Step, realizaba su primera salida en solitario lo que le llevará a lograr el título de piloto.

Fly-Pyr Santa Cilia, la Fundación Step by Step y el Club Sillas Voladoras, una asociación que impulsa la integración de las personas con discapacidad en actividades aeronáuticas, organizan los próximos 20 y 21 de mayo en el aeródromo jacetano las II Jornadas de Vuelo Adaptado. El Aeroclub Nimbus dispone de un aparato adaptado para vuelo con discapacitados (un Alexander Scheleicher ASK21), un excepcional planeador para la formación básica. La filosofía es muy sencilla: todos los mandos que habitualmente se controlan con los pies, pueden controlarse con las manos en este planeador. En esta ocasión, además del planeador adaptado del Aeroclub Nimbus, se contará con el apoyo de otros dos aparatos: uno de similares características al de Fly-Pyr, con base en un aeródromo de las proximidades de Toulouse, y otro de propiedad particular cedido para la ocasión por un grupo de pilotos de Madrid. En total, durante las dos jornadas, está prevista la realización de más de 70 vuelos.

Con esta actividad, desde el Aeródromo de Santa Cilia, se pretende dar a conocer las numerosas posibilidades que, para este colectivo, existen en el mundo del vuelo sin motor, promocionando la actividad y mostrando los nuevos horizontes que las personas con algún tipo de discapacidad o movilidad reducida pueden encontrar en el aire, sin las limitaciones en las que, en tierra firme, se enfrentan día a día.

PRIMER ALUMNO

Hace unos días el Aeródromo de Santa Cilia celebraba el primer vuelo en solitario de su primer alumno en silla de ruedas: Frederic Crespo. Un acontecimiento muy relevante debido a que esta positiva experiencia abre un gran abanico de posibilidades entre las personas que ven su movilidad afectada en tierra firme pero que, por el contrario, tienen por delante grandes retos en el aire.

Crespo es el presidente y impulsor de la Fundación Step by Step. Se trata de una organización que trabaja para que los afectados por lesiones medulares puedan plantearse nuevos objetivos en su vida y descubrir alternativas adecuadas a su nueva situación después de sufrir un accidente, algo que les ayuda a superar los problemas derivados de su adaptación a su nueva realidad. Así, desde Step by Step han trabajado con personas que se han convertido en verdaderos símbolos de superación, como es el caso del handbiker Diego Ballesteros o del deportista Raúl Sánchez, que quedaron en una silla de ruedas tras sufrir un atropello y una agresión en un partido de fútbol, respectivamente. Está previsto que ambos participen en Santa Cilia en las II Jornadas de Vuelo Adaptado.

SALTO CUALITATIVO

Frederic Crespo vuela en el ASK21 matrícula EC-JEQ, un avión que se adquirió en el año 2005 gracias a un proyecto de colaboración transfronterizo financiado con fondos europeos del programa Interreg, en colaboración con otros clubes del sur de Francia. La adaptación se realizó gracias a una colaboración de la Diputación Provincial de Huesca y, desde entonces, se han realizado con él multitud de vuelos de iniciación para personas discapacitadas, explica el director del Aeródromo de Santa Cilia, Luis Ferreira Escartín, a lo que añade que “el hecho de haber conseguido soltar (término que se utiliza en el argot aeronáutico cuando un piloto está preparado para volar en solitario) a nuestro primer alumno supone todo un salto cualitativo”.

Pedro Toquero ha sido el instructor de Crespo. El presidente de la Fundación Step by Step ha debido superar, antes de realizar su hazaña, un periodo de adaptación consistente en lograr controlar el avión consiguiendo que el mando que habitualmente se maneja con los pies pueda manipularse también con las manos.

Tras este importante paso a Frederic Crespo le quedan “no más de 10 vuelos en solitario, tras lo cual pasará el correspondiente examen teórico y práctico y, tras aprobarlo, obtendrá su licencia de piloto de planeador”, explica Ferreira Escartín.

En cualquier caso, en este momento, “Crespo ya ha conseguido disfrutar en el aire de una sensación de libertad de la que ahora no disfruta en el suelo”, lo que supone un aliciente y un nuevo reto para los responsables de Fly-Pyr y del Aeródromo de Santa Cilia para seguir trabajando en este ámbito, que supone grandes retos, pero también grandes satisfacciones profesionales y personales.

 
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