El presidente nacional de CSI-F aboga por frenar la temporalidad en la función pública y por la recuperación salarial

Miguel Borra, aragonés y presidente nacional de la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSI-F), reclamó este jueves en Huesca un freno a la temporalidad en la función pública y por la recuperación de los salarios de los empleados públicos, que han sufrido –dijo- “una pérdida del 20% de su poder adquisitivo” como consecuencia de las medidas adoptadas durante la crisis.

El máximo responsable de CSI-F, cuya familia procede de Sinués, participó en una nueva edición de la “Diáspora Altoaragonesa-Encuentros con el Altoaragón”, que organizan Fundesa y Diario del Altoaragón, y destacó la relevancia del reciente acuerdo adoptado entre Gobierno y sindicatos, que se traduciría en la creación de cerca de medio millón de puestos fijos en la Administración en tres años. Esa cifra se originará como consecuencia de la conversión de plazas ocupadas de forma eventual por fijas y gracias al establecimiento de una tasa de reposición del 100% en servicios públicos esenciales, como Educación, Sanidad, Justicia, Seguridad o Servicios Sociales.

Miguel Borra señaló que Aragón, cuyo presidente –Javier Lambán- ha sido el único de España que no le ha recibido, tiene una tasa de interinidad del 25,7% en la función pública, una de las más elevadas del país, lo que produce desmotivación entre los trabajadores y una rotación negativa para la calidad de los servicios. A su juicio, el acuerdo con el Gobierno dará “estabilidad” y contribuirá a acercar la tasa de trabajadores fijos a las que se registran en la mayoría de los países de la Unión Europea.

En su comparecencia en la Cámara de Comercio de Huesca y en la posterior cena-coloquio en el Hotel Abba, el presidente de CSI-F abogó por frenar la elevada “politización de las administraciones públicas”, definir mejor las funciones de cada una de ellas y realizar un análisis de las plantillas y sus necesidades. En el plano laboral, Borra apostó por establecer “la carrera profesional entre los funcionarios y la evaluación del desempeño, para premiar a los que lo hagan bien”. Asimismo, apostó por la recuperación del poder adquisitivo de los funcionarios y ensalzó el papel de los servicios públicos como “vertebradores del territorio”.