El Banco de Alimentos y Caritas Barbastro-Monzón recogen la parrilla solidaria de longaniza

Graus hacía entrega este sábado, en la plaza Mayor, al Banco de Alimentos de Aragón y Caritas Barbastro-Monzón, de 6.000 raciones curadas de longaniza, el equivalente a la parrillada más grande del mundo que se reparte gratuitamente, cada mes de julio, el último sábado. Este año, la Asociación de Fabricantes (Aventín, Melsa y Maella) y el Ayuntamiento decidieron convertir, la XXIX Fiesta de la Longaniza en solidaria con las personas más desfavorecidas.

La Fiesta de la Longaniza suele reunir cada verano a unas 8.000 personas siendo uno de los eventos más populares de Aragón, no en vano, desde 2013 es de Interés Turístico Regional. Aunque, en un principio, la organización había decidido suspender, por prudencia y responsabilidad todos los actos, finalmente, como recordaba Mariano Ciutad, presidente de la asociación, se optó por mantener el origen de la fiesta que no es otro que dar a conocer el producto con una degustación gratuita y donar 1.200 kilos de longaniza a las personas que peor lo están pasando en la actual situación.

Julia Lera, del Banco de Alimentos de Huesca, Juan Ignacio Escanero del Banco de Alimentos de Zaragoza y Amparo TIerz, de Caritas Diocesana Barbastro.Monzón fueron los encargados de recoger las más de 200 cajas etiquetadas con la leyenda ‘Donamos la parrilla más grande del mundo’ y con las piezas de producto que no va a necesitar frío para su conservación y que tiene una caducidad de seis meses.

Los tres alabaron la calidad del producto y la iniciativa solidaria que va a permitir hacer llegar la longaniza de Graus a muchas asociaciones que, a su vez, la repartirán entre personas que, ahora mismo, necesitan ayuda.

La alcaldesa de Graus, Gemma Betorz, que ejerció de anfitriona volvió a a agradecer a las tres empresas el ejercicio de creatividad, por reinventar la fiesta, el esfuerzo económico que supone y el tinte solidario que este año se le ha dado al evento.

Por su parte el tastador 2020, Juan Ignacio Cardona, párroco de Graus, como ya hizo en la presentación del evento, el pasado miércoles, volvió a alabar la generosidad y solidaridad de los fabricantes de longaniza.

Este cambio de rumbo en la fiesta permite a los organizadores continuar con la promoción del producto entre las familias aragonesas y, al mismo tiempo, ayudar a paliar las necesidades de los colectivos más vulnerables de Aragón.

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