"El Festival ayudó a canalizar la necesidad de libertad de los jacetanos"

En época de festivales en la provincia, cuando no eres nadie en la promoción turística si no tienes uno en tu programación, el de Jaca es el más veterano, el que nació en plena dictadura y que, sin embargo, supo subsistir. Juan Gavasa es periodista jacetano afincado desde hace años en Toronto y conocedor del festival, por el hecho de ser de Jaca y porque durante años llevó el gabinete de comunicación de este evento. El Centro de Iniciativa y Turismo le hacía un encargo difícil, escribir sobre estos últimos 50 años del Festival. Gavasa asegura que, al contrario que a los vecinos franceses que vivían en un país de libertades, para Jaca fue la puerta abierta al aire fresco de la libertad

"Los años pares  en Olorón y los impares en Jaca", este mantra repetían los jacetanos cuando el visitante les preguntaba cuándo se celebraba el Festival Folklórico de los Pirineos. Otro mantra era la frase :"Yo también iré a Jaca" que  lucía en camisetas y en pegatinas y que era la primera frase del estribillo del himno del Festival. Y ese es el título del libro que se presenta este lunes de la mano del periodista  jacetano Juan Gavasa.

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El festival que ha pasado por muchos ciclos, celebra ahora sus cincuenta años y los jacetanos, asegura Gavasa, no están dispuestos a renunciar aunque ya no sea "ese espejo en el que se miraban las sociedades de los  años sesenta".

Cierto es que hubo un componente político "y hasta revolucionario"- apunta Gavasa-, casi sin darse cuenta, de la mano del francés Louis Haure y el que fuera alcalde  jacetano Armando Abadía. De un núcleo de cierto nivel intelectual y algo visionario surgió el festival que venía con el hermanamiento entre la ciudad francesa Olorón y Jaca. 

Como cierra Gavasa el libro :"En las sociedades multiculturales del siglo XXI, el Festival de Jaca es un espejo donde mirarse, viejo, pero auténtico".

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